sábado, 23 noviembre 2024

Inés Arrimadas «encierra» a Ignacio Aguado en un zulo con Twitter

La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, no quiere que los pocos políticos que le pueden dar problemas en la campaña electoral de los comicios de la Comunidad de Madrid salgan a la luz. Es por eso que toda la directiva de la formación naranja ha invitado amablemente al exvicepresidente de la Comunidad Ignacio Aguado a que baje unas pequeñas escaleras y se encierre voluntariamente en un zulo (del que han tirado la llave) para que no salga ni por error en la campaña. Eso sí, Arrimadas ha debido hablar con Orange o con Movistar para que le lleven fibra óptica al zulo naranja para que Aguado pueda usar Twitter, ya que su presencia en estas elecciones está siendo a golpe de 280 caracteres. Ni uno más, no vaya a ser que la líe más de lo que ya la ha liado.

No sabemos si Ciudadanos le ha dado órdenes a su exvicepresidente autonómico más famoso sobre qué puede o no decir en la campaña. Lo que sí sabemos es que si Arrimadas le ve en un acto público es posible que llame a los SWAT para que lo lleven de vuelta a la sede de Alcalá y que no se le vea demasiado. Ya las pocas veces que ha salido a la calle le han gritado improperios, Arrimadas no quiere ni imaginarse si lo dejan que haga lo que quiera… (lo mismo consigue que la formación naranja desaparezca de la Comunidad de Madrid por completo). Pero en cualquier caso, Aguado puede hacer campaña desde Twitter y Facebook. Algo es algo.

Aguado es el responsable de las elecciones. Ni Arrimadas ni Isabel Díaz Ayuso. Esta es, al menos, la lectura que tienen dentro de la formación naranja. Un ejemplo de que Aguado fue «poco listo» a la hora de afrontar la moción de censura de Murcia es la comparación con la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís. Mientras que nuestro héroe autonómico se dedicó a publicar un tuit (sin tener ni idea de si Arrimadas tenía intención de ordenar presentar otra moción de censura en la capital) en el que dejaba claro que la moción de Murcia era algo natural dada la poca cintura del PP, Villacís se apresuró a llamar al alcalde José Luis Martínez Almeida para decirle que esto no iba con ella y que la coalición en el Ayuntamiento era sólida. Claro, ante la amenaza de Aguado (que, repetimos, no sabía nada de lo que se cocía en su partido), Ayuso decidió convocar elecciones.

Villacís y Almeida

Aguado borró el tuit, pero ya era tarde. El político ya la había liado lo suficiente. Pero echar la culpa de todo a un simple mensaje de 280 caracteres es un poco frívolo. El vicepresidente de la Comunidad de Madrid llevaba años esforzándose en abrir una brecha dentro de la administración peleándose por una pizca de protagonismo y lamentándose junto a su inexperto equipo de que no fuera presidente de la Comunidad de Madrid. Mientras Ayuso se dedicaba a trabajar, Aguado se hacía vídeos pidiendo a los ciudadanos que cogieran una pala y retiraran la nieve de las aceras.

El vicepresidente de la Comunidad de Madrid se esforzaba día tras día en que todos sus consejeros solo le obedecieran y le rindieran pleitesía a él. Le ofendía profundamente que hubiera quien acudiera a un acto del PP sin su permiso o quien se hiciera una foto junto a Isabel. Quería formar un paragobierno dentro de la Comunidad de Madrid presidido por él y con esta fuerza presionar a Ayuso para que le hiciera caso en todas sus demandas. Vamos, que la obsesión de Aguado era apuntarse tantos a toda costa para que en las próximas elecciones Ciudadanos se comiera al PP. Pero al final quien se ha comido a Ciudadanos ha sido el propio Aguado con su ambición personal.

El resumen es que «ya la has liado bastante» y que ahora «quédate tranquilito en tu habitación»

Por todo esto, Arrimadas ha decidido enterrar a su dirigente. Primero, le dejó claro que no sería candidato a la Comunidad de Madrid de nuevo, una forma velada de culparle por lo ocurrido y de lanzar un mensaje a los suyos. Segundo, le ha dado la orden de que no aparezca en ninguna calle de Madrid y que no dé declaraciones de ninguna clase. El resumen es que «ya la has liado bastante» y que ahora «quédate tranquilito en tu habitación». Pero Arrimadas no es una dictadora. Le ha dejado Internet y un móvil para que siga jugando a ser político.

En su lugar, Arrimadas intenta aupar a Edmundo Bal, su candidato para las elecciones del próximo 4 de mayo, rodeándose de otros dirigentes que sí que han demostrado altura política. Es el caso de Begoña Villacís, sobre quien recae el peso de la inutilidad de Aguado y de levantar la imagen de un partido que corre el riesgo de desaparecer de la Asamblea, según detallan las encuestas hasta ahora publicadas. Si alguien se asoma por Madrid es Villacís, Bal o Arrimadas, pero a Aguado le han dejado encerrado en un zulo con Internet y han tirado la llave.