Vecinos y vecinas de la calle Turia de Valencia se han concentrado este sábado para expresar su rechazo ante el desalojo de 16 familias que viven alquiladas en dos edificios de esta vía, que podrían acabar convertidos en alojamientos turísticos.
Los asistentes a la protesta, que ha contado con el apoyo de la Federación de Vecinos de Valencia (FAAVV), la PAH y EntreBarris, entre otras, han expresado su «solidaridad» a las familias y «el rechazo a los desahucios que causa la presión vandálica de la industria del turismo sobre la vivienda, especialmente a la más desprotegida, la del alquiler», ha indicado el colectivo en un comunicado.
Desde la FAAVV han secundado a las familias del edificio de la calle Turia que «han plantado cara a las presiones para abandonar sus casas y han decidido que se quedan» y han reivindicado la necesidad de un «cambio de rumbo» en la política turística.
«No se puede hablar solo de crecimiento, la sostenibilidad no es cosa de plusvalías, sino que es conseguir que sea una industria limpia, que no altere la vida cotidiana de las vecinas y vecinos, que no los deje sin casa para vivir o sin calle para jugar o pasear», han expresado.
«Es urgente y necesario blindar el uso residencial de la vivienda de las presiones especulativas de la industria del turismo, tanto si son de fondos buitre como si vienen de pequeños propietarios», han defendido desde la asociación, al tiempo que han lamentado que las costuras de la ciudad «todavía se resienten de un crecimiento acelerado y poco previsor sobre sus consecuencias en la vida de los barrios».
Al respecto, han apuntado que la moratoria anunciada por la concejala de Vivienda, Isabel Lozano, es una «buena noticia», ya que «de entrada es un compromiso público para frenar la especulación con la vivienda y proteger la oferta de vivienda en alquiler». «Nos alegramos de que, por fin, se hable de intervenir sobre uno de los efectos mas perversos de la actividad turística sobre la ciudad», han aseverado.
No obstante, el colectivo trasladará a la edil «el alcance de esa moratoria provisional y de otras medidas también necesarias que necesitan respuestas», como la prohibición del cambio de uso de residencial a terciario hotelero si el uso previo de las viviendas es en régimen de contrato de arrendamiento, la elaboración del Plan de Intervención en Ámbitos Turísticos, blindar la vivienda de presiones inmobiliarias especulativas o la puesta en marcha de un programa de adjudicación de suelo público para la construcción de vivienda de alquiler con precio limitado, entre otras.