El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha cargado hoy contra «ciertos sectores del independentismo» a los que acusa de «banalizar» el trabajo que ha estado realizando desde el exilio, de contribuir al relato de que son unos «fugados» que viven cómodamente y despreocupados. Cree que estas personas, a las que no cita, «lamentan» que no les hayan encarcelado y se «alegrarán» si les extraditan y condenan.
En diversos mensajes en su cuenta de Twitter, ha recordado que este jueves se cumplen tres años de su detención en Alemania, cuando volvía de Finlandia: «Miro el trabajo hecho desde el exilio gracias al acompañamiento de tanta gente no partidista, y estoy contento. Pese a las limitaciones, las incomprensiones y los ataques, hemos hecho buen trabajo».
Por ello, ha reivindicado el trabajo realizado desde Bruselas, asegurando que él y el resto de ex consejeros no han desaprovechado las oportunidades ni se han rendido nunca ante «la ofensiva del Estado», y ha defendido que siempre han plantado cara y han tenido iniciativa.
«Me doy cuenta de que esto ha hecho enfadar al Estado y que, a la vez, ha incomodado algunos sectores del independentismo, que cada vez lo disimulan menos», ha añadido. Según él, estos sectores independentistas lamentan que no estén encarcelados y banalizan «lo que es hacer política desde el exilio».
Además, cree que estos sectores, sin especificar quienes, ayudan a hacer creíble el relato de que son «unos fugados que viven despreocupados, cómodamente e insolidarios con el sufrimiento de compañeros injustamente condenados».
También ha advertido de que el trabajo que han hecho puede acabar siendo un «agravante» de su lucha en caso de extradición, y que ello no les ha disuadido de seguir haciéndola.
«Sabemos que en caso de extradición, el tiempo pasado en el exilio no cuenta. Y que la segura condena, porque en España ya somos culpables antes de que entráramos a juicio, recogería nuestra actividad de todos estos años», ha apuntado.
En su opinión, esto alegrará saberlo a los que, también desde ciertos sectores del independentismo, lamentan que no estén encarcelados y banalizan «lo que es hacer política desde el exilio».
Además, cree que estos sectores ayudan a hacer creíble el relato de que son «unos fugados que viven despreocupados, cómodamente e insolidarios con el sufrimiento de compañeros injustamente condenados».