El Papa ha pedido una «mayor sensibilidad en las consciencias» de la sociedad con respecto al valor de la vida en cada etapa desde su concepción, al recordar que en Polonia se celebra este jueves el Día de la Santidad de la Vida.
«Ruego para que haya una sensibilidad en las conciencias, en las familias, en la Iglesia y en la sociedad con respecto al valor de la vida en cada etapa», ha dicho el Papa.
El gobierno de Polonia anunció el pasado 27 de enero que prohibiría de forma casi total los casos en los que las mujeres pueden abortar. Hasta ahora, la interrupción del embarazo solo podía realizarse si había malformaciones del feto (a partir de las 11 semanas de gestación), en caso de violación, de incesto o si el embarazo suponía un riesgo para la vida de la madre. La nueva ley prohíbe el aborto también en casos de malformación, lo que en Polonia supone casi la totalidad de las interrupciones del embarazo.
El Papa ha dedicado la catequesis de esta semana a la oración en comunión con la Virgen María. El Papa ha señalado que el camino principal de la oración cristiana es «la humanidad de Jesús» porque «la confianza típica de la oración cristiana no tendría significado si el Verbo no se hubiera encarnado» donando en el Espíritu «su relación filial con el Padre».
Así, ha señalado: «María está siempre presente en la cabecera de sus hijos que dejan este mundo. Si alguno se encuentra solo y abandonado, ella está allí cerca, como estaba junto a su Hijo cuando todos le habían abandonado».
En otro momento de la catequesis, el Papa ha dejado claro que la Virgen «María es madre, pero «no diosa» o «redentora». «Cuántas cosas hermosas le dice un hijo a su madre, pero tengamos cuidado: Cristo es el único redentor», ha advertido el Papa. En cualquier caso, ha admitido que son «una expresión del amor de un niño por su madre, a veces exagerado, porque el amor muchas veces nos hace hacer cosas exageradas».
