El PSOE no quiere subir impuestos en la Comunidad de Madrid. Al menos ahora, porque hace un par de meses los socialistas habían presentado en la Asamblea una subida que pretendía sacar a los madrileños un extra de 3.600 millones de euros al año. No es nuevo que el PSOE quiera subir impuestos a través de medidas vestidas de tasas para los más ricos. De hecho, los socialistas denunciaron en noviembre en sede parlamentaria que era «todo un despropósito que la Comunidad de Madrid esté renunciando a ingresar más de 4.100 millones beneficiando a quienes más tienen«. Y para defenderlo, dejaron claro que «el objetivo no es subir o bajar los impuestos, sino conseguir mayores niveles de bienestar y equidad en la población«. Sin embargo, ahora Gabilondo ha dicho a las puertas de una campaña electoral que no pretende tocar los impuestos al menos en los próximos dos años.
Si miramos sobre el papel, la propuesta socialista de hace un par de meses en la Asamblea es hasta comedida comparada con los 4.100 millones de euros que desde el PSOE proponen recaudar. Casualmente, estas medidas que harán elevar considerablemente impuestos como el de Patrimonio, Sucesiones o el IRPF a algunas rentas algo más altas de la norma las comparte el vicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias, justo el candidato con el que Gabilondo se ha cerrado de plano a pactar tras el resultado de las elecciones. En cualquier caso, parece haber un cambio de criterio en el PSOE
En su momento, en noviembre de 2020 y con el país atravesando la pandemia en otra de sus interminables olas, desde el PSOE insistían en el dumping fiscal o esa forma de vender a la Comunidad de Madrid como si fuera un paraíso fiscal dentro de España. «No es por la bajada en sí misma, sino por la existencia de normas tributarias no equitativas entre los territorios que le permiten atraer contribuyentes», aseguraban desde el PSOE entonces en el Congreso de los Diputados. Ahora a Gabilondo no le ha parecido tan mal el hecho de no subir impuestos durante los próximos dos años.
«Si queremos buenos servicios públicos, debemos contar con un buen sistema tributario que genere ingresos suficientes», decía el PSOE hace unos meses. Y si a esto le añadimos la intención de los socialistas hace un par de meses de presentar un proyecto de reforma fiscal que preveía elevar los impuestos a los madrileños bajo un total de 3.600 millones de euros más, blanco y en botella.
Cuanto menos, llama la atención el cambio de actitud del candidato socialista en la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. Hace meses veía con buenos ojos, al igual que su partido en noviembre de 2020 y en otras campañas electorales, que se elevaran los impuestos en la autonomía y ahora, en plena campaña electoral, ha aderezado la idea de no subir impuestos en la comunidad autónoma de la capital con la idea de no pactar con el vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos bajo ningún concepto. Esto es interpretado por la derecha como un intento por parte del candidato socialista para robar los votos de Ciudadanos y dejar la guerra por el electorado de izquierdas a Más Madrid y a Podemos. Que ellos se defenestren mientras Gabilondo se centra en el centro izquierda.
El Partido Popular sí que se ha convertido en una formación defensora de bajar impuestos. También a las rentas más altas. De hecho, durante ese debate en el que el PSOE se quejaba de que la Comunidad de Madrid era un paraíso fiscal, el diputado Eloy Suárez le leyó la cartilla a más de un socialista dada su actitud en plena pandemia. «Todos los países europeos están bajando impuestos menos España», aseguró entonces el parlamentario conservadir, además de añadir su sorpresa porque el Gobierno optara por «el asalto fiscal a las arcas madrileñas» al pactar con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) la fijación de unos límites mínimos y máximos al Impuesto sobre Patrimonio.
Las palabras de Ángel Gabilondo han sido inequívocas. «En estos dos años no se tocará la fiscalidad», ha asegurado. Esta declaración de intenciones no significa que los socialistas no subirán impuestos, sino que su intención es no abordar esa subida fiscal con la que están completamente de acuerdo durante los primeros dos años de gobierno debido a que la pandemia no facilita un aumento de tasas.
LOS IMPUESTOS A LOS QUE METERÁN MANO
El PSOE, al igual que Unidas Podemos, tiene más que claro a qué impuestos hay que meterle mano para hacer de Madrid una comunidad autónoma justa a nivel fiscal. A su juicio, al menos. Esos impuestos son tres, el de Patrimonio, bonificado por esta autonomía en un 100%, el de Sucesiones, bonificado en la capital con un 99% y el IRPF, ya que los ricos tienen un tipo impositivo algo más bajo que el que presentan otras autonomías de España. Estos impuestos llevan tiempo en el punto de mira de la izquierda debido a que se considera que los grandes beneficiados son los que cobran más.
El primer impuesto con el que tanto Iglesias como Ángel Gabilondo quieren crujir a los madrileños es el de Patrimonio, que desde 2008 está completamente bonificado por la administración. Tener bienes en Madrid será sinónimo de pagar impuestos. Si ya era difícil el acceso a la vivienda, Iglesias pretende hacer que sea más caro para, con ese dinero, refinanciar sus medidas «sociales», pues su programa también contemplará una buena batería de subvenciones.
Además del de Patrimonio, está el impuesto de Sucesiones. Ya se han dado situaciones en otras regiones como Andalucía donde esta tasa no está bonificado a través de la cual hay gente que no puede recibir el patrimonio de sus padres por tener que pagar una suma desproporcionada. En Madrid se paga, pero menos. Mucho menos que en otras autonomías. Y esto es algo que la izquierda madrileña (y la del resto de ocmunidades) no soportan. Este impuesto está bonificado al 99% en la Comunidad de Madrid. Si heredas 100.000 euros, solo tienes que pagar 1.000 por este impuesto. Iglesias no quiere esto. Quiere que se pague más, mucho más. Concretamente, en casos muy extremos, Iglesias lo quiere subir hasta un 34%. Es decir, que si heredas 1.000.000 de euros, tendrás que pagar al Estado 340.000. En el caso de lo que menos herencia cobren, tendrán que pagar en torno a un 7% (que si se compara con el 1% actual… te salen las cuentas).