Cuando se pregunta en el Partido Popular de Madrid si consideran que gobernarán si suman mayoría absoluta junto a Vox en las próximas elecciones del 4 de mayo, no hay la más mínima sombra de duda. Sin embargo, en el partido de Santiago Abascal la percepción no es tan eufórica como la que se desliza desde el PP. Vox tiene una línea roja que una vez sepan los resultados se ramificará, pero hay un punto programático que es inviolable para los de Abascal. Y ese no es otro que el pin parental. Si Isabel Díaz Ayuso quiere contar con el apoyo de Vox, no solo tendrá que meterles en el gobierno autonómico, sino que tendrá que asumir una medida en materia de educación que es básica para el partido de extrema derecha. Pero parece que esto no supondrá un problema en el PP.
Desde el Partido Popular deslizan a MONCLOA.com que dan por hecho que su juego es conseguir la mayoría absoluta necesaria para gobernar sumando los diputados populares con los de Vox. El problema es que en Vox no se muestran tan entusiasmado y convencidos como en el PP. Lo que sí aseguran desde el partido de Abascal es que el pin parental será una línea roja para formar gobierno. Si Ayuso quiere su apoyo, no solo tendrá que darles asientos en las consejerías y en la vicepresidencia de la Comunidad de Madrid, también tendrá que asumir una de las medidas estrella de Vox, que es esta polémica iniciativa en materia de educación.
El pin parental, tal y como lo plantea Vox, es un poder que se otorga a los padres para decidir qué materias pueden o no recibir sus hijos. Esto es, los centros educativos estarían obligados a informar previamente a los padres de cualquier materia, charla, taller o actividad escolar relacionada con cuestiones polémicas para el grupo de Abascal, como es la identidad de género, el feminismo, los colectivos LGTBI y otros temas similares y los progenitores podrían decidir si sus hijos pueden o no acudir a recibir este tipo de formación. En resumen, Vox considera que esos contenidos pueden ser «intrusivos» para la «conciencia» y la «intimidad» de los menores.
Dados los últimos acontecimientos, podría parecer que Ayuso está de acuerdo con que no se imparta este tipo de materias en las aulas. No hay que olvidar que la presidenta de la Comunidad de Madrid abortó una charla de la ministra de Igualdad, Irene Montero, en un instituto público en horario lectivo porque consideraba que tenía la intención de «adoctrinar» a los más jóvenes con su ideología. Aún así, Ayuso ya se negó en su momento a aplicar el pin parental argumentando que «en Madrid no hay adoctrinamiento en las aulas».
Desde el PP no se muestran contrarios a la medida. Al menos no niegan rotundamente que vayan a acceder a ella en caso de que sea un punto clave para facilitar el gobierno. Para Ayuso no es una medida tan invasiva ni relevante como lo es para Vox. En un primer momento, cuando se negociaron los presupuestos para 2021 en la Comunidad de Madrid, Vox y Ayuso trataron este tema y los de Rocío Monasterio dieron más guerra de la esperada. Pero la presidenta popular se plantó y aseguró que «aquí, desde luego, no hay adoctrinamiento en las aulas y confiamos en el trabajo de los profesores«. Ahora la lectura será bien distinta.
Hay voces en el Partido Popular que aseguran que Ayuso adoptó esta decisión en parte por evitar fricciones con su socio de gobierno. Pero Ciudadanos tampoco se mostró muy favorable a la medida estrella de Vox que pretende dar el control de la educación de los más jóvenes a los padres y no al Estado. «No sé si a la señora Monasterio alguien le parará por la calle pidiéndole que ponga en marcha el pin parental, a mí nadie me pregunta sobre el pin parental», comentó entonces el vicepresidente de la Comunidad de Madrid. «Mientras que yo siga siendo vicepresidente, en la Comunidad de Madrid no va a haber pin parental ni tampoco va a haber recortes que tengan que ver con la lucha contra la violencia de género ni que afecten al colectivo LGTB», insistió Ignacio Aguado.
Con Ciudadanos fuera de la ecuación, desde Vox confían enque podrán sacar adelante más de una de sus medidas estrellas. El pin parental es una de ellas porque saben que tiene su sello y porque dados los últimos acontecimientos en los que Ayuso abortó una conferencia de Montero creen que será más fácil tratar este asunto con la presidenta del PP en solitario.
NO SERÁ FÁCIL
Que Rocío Monasterio e Isabel Díaz Ayuso tengan una relación fluida no es sinónimo de que vaya a ser fácil que formen gobierno. Fuentes de Vox insisten en que no cederán con tanta facilidad. Si Ayuso quiere gobernar, tendrá que tratar con un partido que intentará evitar a toda costa que la sombra de la popular oculte por completo la gestión del partido de extrema derecha. La reputación de Ayuso le precede y desde Vox saben que ese perfil liberal puede hacerles mucho más daño que beneficio. Cuando peor le vaya al PP, mejor le irá a Vox. Y esta lectura no es compatible con ponerse a cuatro patas para facilitar un gobierno por el mero hecho de ser de derechas.
Esta lectura la tienen muy presente en Vox. Y es esta misma lectura la que llevará a Vox a ser duros en sus exigencias y a llevar adelante medidas que ellos consideran que llevan su sello para remarcar el valor añadido de que ellos formen parte del gobierno de la Comunidad de Madrid. Si Ayuso les quiere, apretarán. Y el pin parental es una línea roja, sí, pero habrá más. Y como obtengan un peso considerable en la Asamblea, serán muchos más.