A principios de año volvía ‘Maestros de la costura’, esta vez con un propósito añadido, apoyar al sector de la moda, el tercero más afectado por la pandemia. Es la cuarta edición del ‘talent show’ producido por Shine Iberia y que de nuevo, tras la final, tratará de sacar de las sombras del anonimato al mejor modisto del país. Ya se va acercando la recta final así que es momento de ver para cuándo será y muchas más cosas sobre esta edición.
El concurso, que está inspirado en el formato británico ‘The Great British Sewing Bee’ busca al mejor modista amateur del país, desde 2018, cuando se estrenó la primera temporada. Está presentado por Raquel Sánchez Silva y cuenta con la experiencia y profesionalidad de María Escoté, Alejandro Gómez y Lorenzo Caprile como jueces. Una cuarta edición que ha traído emoción pero también polémicas, como ahora veremos.
2La polémica del último programa a poco de la final
La semana pasada surgía una nueva polémica. Decimos nueva porque en esta edición muchos seguidores se han quejado de irregularidades en forma de favoritismos de unos concursantes en detrimento de otros. Pero lo más sorprendente fue lo ocurrido en el último programa del pasado día 9, cuando el jurado decidió no expulsar a ningún concursante tras haber hecho todos una prueba final perfecta.
En la gala los aprendices tuvieron que crear una prenda masculina de lujo a medida. También viajaron a la aldea de El Rocío para reproducir vestidos de flamenca por equipos y diseñaron y confeccionaron un bolso. Gabriel, Lluis y Yelimar fueron los que entraron en el reto de eliminación pero, tras la prueba, Caprile anunciaba lo que nadie esperaba: «El aprendiz que no continúa en el taller es ninguno. En esta prueba se nos ha hecho realmente imposible decidir qué bolso merecía la expulsión, os queríamos tener una semana más».
Sin embargo, hay que recordar que no es la primera vez que esto ocurría en el programa: hubo un precedente de salvar a todos en la sexta gala de la segunda edición, en 2019. En esa ocasión no es que todos hicieran una prueba perfecta, sino que fueron incapaces de decidir entre expulsar a Amparito o a Isabel, con lo que salomónicamente dejaron que ambas continuaran.