Los huevos fritos son una receta aparentemente sencilla y muy recurrente, porque a todo el mundo le gustan y se preparan en cuestión de minutos. Hacer un huevo frito es fácil, pero hacer un huevo frito perfecto, no lo es tanto. ¿Qué entendemos por huevo frito perfecto? Pues uno de esos en el que la yema está en su punto para untar con pan, y la clara consistente, con una puntilla crujiente alrededor, pero sin resultar demasiado aceitoso. Para conseguir un resultado así, es necesario perfeccionar la técnica siguiendo algunos trucos que nos pueden ayudar a conseguir la mejor versión de este plato.
2EL HUEVO FRESCO Y A TEMPERATURA AMBIENTE
Entrando ya en materia, y poniéndonos manos a la obra con la receta, tenemos que prestar mucha atención a la materia prima, si queremos conseguir un huevo frito perfecto. Uno de los principales secretos del éxito es que el huevo sea lo más fresco posible. Si por lo que sea no sabemos la fecha de consumo recomendado, podemos averiguar si es fresco sumergiéndolo en un recipiente lleno de agua. Si se va al fondo, significa que es un producto fresco, sin embargo, si flota, tiene ya demasiados días, ya que con el tiempo el aire penetra en el interior. Otro truco es utilizar huevos a temperatura ambiente, así que los tenemos guardados en la nevera, es conveniente sacarlos una o dos horas ante de prepararlos.