La decisión de Fran Hervías, exsecretario de Organización de Ciudadanos y hasta ahora senador, de salir del partido y renunciar a su acta en la Cámara Alta a raíz de los acontecimientos políticos en Murcia ha disparado la tensión dentro de la formación naranja, ya elevada tras el fracaso en las elecciones catalanas, y ha agravado el enfrentamiento interno, avivado por personas que ya no están en Cs.
Hervías, que estaba en Ciudadanos desde sus orígenes en Cataluña y fue una figura clave en la dirección del partido durante la etapa de Albert Rivera, comunicó este sábado por la noche que deja de ser afiliado y senador por desavenencias con la actual cúpula del partido encabezada por Inés Arrimadas, a la que acusa de convertirse en «una muleta más del sanchismo». Además, anunció que se suma a las filas del Partido Popular.
La interpretación que hace el portavoz adjunto de la formación naranja en el Congreso de los Diputados, Edmundo Bal, sobre la salida de Hervías es que «el PP ha abierto la caja B y está dispuesto a pagar lo que haga falta para comprar a miembros de Ciudadanos», aunque avisa de que son muchos los que tienen «dignidad» y no se venderán «por nada del mundo».
«YA SABEMOS QUIÉN ESTÁ DETRÁS DE LOS TRÁNSFUGAS» DE MURCIA
La coordinadora autonómica de Ciudadanos en la Región de Murcia, Ana Martínez Vidal, incluso ha relacionado a Hervías con el pacto entre el PP y los tres diputados de Cs en la Asamblea de Murcia que no apoyarán la moción de censura que su partido ha promovido junto al PSOE contra el presidente autonómico, Fernando López-Miras. Cs se niega a seguir gobernando con el PP por el escándalo de los cargos vacunados contra el coronavirus.
«Ya sabemos quién estaba detrás de los tránsfugas que mantienen a López Miras en el poder. El mayor caso de corrupción política de la historia de la democracia», ha escrito Martínez en un mensaje en su cuenta de Twitter al comentar la decisión del exsenador.
En cambio, otros han tenido palabras de elogio para Hervías, destacando su papel en la expansión de Ciudadanos por toda España. Su compañera en el Senado Ruth Goñi, ha resaltado su «lealtad, visión y cerebro» y la diputada en las Cortes de Aragón Susana Gaspar ha dicho sentirse «huérfana» porque Hervías era «una parte esencial» del partido.
Marta Pérez, portavoz adjunta de Cs en la Asamblea de Extremadura enfrentada a la dirección de Arrimadas, considera que en Extremadura le «deben mucho» al exsecretario de Organización, y Fernando Rodríguez, diputado de esa Cámara expulsado de Cs, ha señalado que «entendió que un proyecto político nacional se debe hacer desde los territorios».
GIRAUTA DEFIENDE A HERVÍAS FRENTE A LA «JAURÍA»
Pero quienes más claramente se han alineado con el exsenador y en contra de Arrimadas son personas que en el pasado ocuparon puestos de relevancia en Ciudadanos, que abandonaron el partido y que ideológicamente están próximas al PP, como el exportavoz en el Congreso Juan Carlos Girauta o el exdiputado Marcos de Quinto.
«¿Han soltado a la jauría contra Fran Hervías? Quien presente una hoja de servicios con la décima parte de la décima parte de sus méritos, que hable», ha apuntado Girauta en un tuit junto a una fotografía de los comienzos de Cs en Cataluña donde aparece junto a Hervías. En su opinión, «el PP está de enhorabuena» por su incorporación.
Para Marcos de Quinto, Ciudadanos ha entrado en una «deriva» al alejarse de «la foto de Colón» –la manifestación junto al PP y Vox en Madrid contra Sánchez– y pactar con el PSOE, y espera que de la reunión que la Ejecutiva del partido mantendrá el lunes «salgan respuestas de verdad y no simples argumentarios».
Este encuentro se convocó después de que varios dirigentes lo solicitaran para analizar la operación de Cs en Murcia, que desencadenó que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, rompiera su acuerdo de gobierno con la formación naranja y convocara elecciones anticipadas.
Respecto a Hervías, De Quinto ha indicado que «quien fue clave en la implantación regional del partido» y contribuyó a «alcanzar 57 diputados» en los comicios generales de abril de 2019 se marcha para «no ser testigo de su descomposición».
También Jesús Galiano, expresidente de la Comisión de Garantías de Cs, ha agradecido a Hervías su «enorme trabajo y honestidad más que demostrada», y Juan Cassá, exportavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Málaga que dejó el partido el año pasado, ha afeado a Cs que se queje ahora de la actuación del PP cuando antes «presumía de fichar a políticos de otros partidos». «Son ellos los que se han pasado a la banda de Sánchez y han traicionado a sus afiliados y votantes», ha añadido.
POSICIÓN ANTE LA ‘LEY CELAÁ’
Xavier Pericay, cofundador de Ciudadanos y exportavoz en el Parlamento de Baleares, ha llamado la atención sobre la afirmación que ha hecho Hervías de que Lorena Roldán –exportavoz de Cs en el Senado que se pasó al PP en diciembre– le dijo que Arrimadas le había pedido retirar el veto a la ley de educación impulsada por la ministra Isabel Celaá, que eliminaba el carácter vehicular del castellano en la escuela.
«Si lo que dice» Hervías «es cierto«, y «no hay por qué dudarlo, los actuales dirigentes de Ciudadanos no sólo han perdido la vergüenza, sino también lo poco que pudiera quedarles de dignidad», ha comentado en Twitter.
Pero Matías Alonso, diputado de Cs en el Parlament de Cataluña, le ha respondido que lo que dice Hervías «es falso» y que solo busca «justificar su felonía, que lleva gestando en grupo desde que se le apartó de la dirección, con sueldo de senador». Ismael Roncel Díaz, técnico de Cs en el Congreso que se encargó de la tramitación de la ‘ley Celaá’, también ha desmentido a Hervías.
Frente a las críticas contra Inés Arrimadas y su equipo, distintos cargos de Ciudadanos han salido en su defensa, a criticar a Hervías y a insistir en la necesidad de la moción de censura contra el PP en la Región de Murcia.
Entre ellos, el portavoz en las Cortes de Aragón, Daniel Pérez Calvo, que ha manifestado la «enorme y reconfortante sensación de liberación» que experimenta al ver como el partido «empieza por fin a soltar lastre». «Roma no paga traidores; Génova sí», ha señalado en alusión al exsenador.
También han respaldado a Arrimadas otros miembros de la Ejecutiva como Miguel Gutiérrez y Sara Giménez, diputados en el Congreso, la portavoz en el Ayuntamiento de León, Gemma Villarroel, y la líder de Cs en el Ayuntamiento de Barcelona, Luz Guilarte, mientras que los dirigentes más críticos, como el portavoz en las Cortes Valencianas, Toni Cantó; el vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín; la vicealcaldesa de Madrid, Begoña Villacís, o la exconsejera de la Comunidad de Madrid Marta Rivera, guardan silencio.
Por su parte, Guillermo Díaz, miembro de la Ejecutiva y diputado en la Cámara Baja, ha manifestado que está «más preparado que nunca para el Gran Combate». «Ahora, corruptos, agarraos: voy con todo», ha escrito.
EL SECTOR CRÍTICO PROGRESISTA
Asimismo, en este intenso debate están participando representantes de sectores de Ciudadanos que han sido críticos con Arrimadas en algunas cuestiones pero que apuestan por mantener vivo el proyecto pero haciendo una serie de cambios, como las corrientes Libres Sumamos y Renovadores Cs.
En este último grupo están Sergio Sanz y Antonio Espinosa, exdiputados en el Parlament de Cataluña, y Pedro Miret, cesado recientemente por la dirección del partido como consejero municipal de distrito en Barcelona. Desean recuperar al Ciudadanos «liberal, progresista y socialdemócrata» y reclaman que la dirección asuma responsabilidades tras «los fracasos electorales y el fiasco de la moción de censura» en Murcia.