Cuando empezamos una relación, la pasión nos abruma y parece lo más importante. Sin embargo, conforme va pasando el tiempo, va llegando la rutina y la pareja se va asentando, y conformando, las ganas de sexo pueden ir desapareciendo. Suele darse en relaciones de largo recorrido que llevan muchos años juntos, pero para todo hay una solución si sabemos detectar cuál es el problema.
Lo que al principio parece que no terminará nunca se va desgastando, cosa que puede repercutir de forma negativa en las personas que forman la relación en forma de desacuerdos y conflictos repetitivos. Debemos ver cada cambio como un motivo para evolucionar y estar dispuestos a poner en marcha consejos que nos hagan avanzar juntos, si es eso lo que deseamos.
¿Habéis perdido el interés? Descubre cómo recuperar las ganas si has dejado de tener sexo con tu pareja.
Primer paso: analizar qué está pasando
En primer lugar, antes de pensar en recuperar o no las ganas de sexo, debemos conocer si existe algo que nos está bloqueando el deseo hacia nuestra pareja. Este bloqueo se puede manifestar en forma de complicaciones o de sentirnos mal con nosotros mismos. También es común ver cómo nos afecta en la relación o si ya ha pasado de forma anterior. La falta de deseo puede estar relacionada con traumas, problemas de salud, etc. Todo ello carga el ambiente de forma negativa.
Otra cosa diferente, no obstante, es que, si después de analizar si hay algún problema del que no nos hayamos percatado no encontramos nada, es el momento de comenzar a aportar soluciones. Cuando no tenemos ganas de mantener relaciones, uno de los errores que cometen la mayoría de las parejas es forzarlas. De este modo, lo único que se consigue es que la apatía crezca todavía más, ya que no serán satisfactorias.
Sin embargo, si no queremos quedarnos de brazos cruzados, podemos poner en marcha otras ideas que nos ayuden a ir recuperando esa chispa y esa pasión poco a poco. En estos casos, pocas son las ocasiones en las que el paso del tiempo es clave para hallar la solución sin hacer nada. Ni en un caso ni en otro, las cosas serán positivas.
La comunicación, clave para recuperar las ganas de sexo
La sexualidad en la pareja es muy importante, sobre todo, si es algo que siempre ha funcionado bien entre los dos. Sin embargo, cuando el sexo comienza a disminuir o incluso desaparece, esto se puede convertir en un problema. Una de las cosas que debemos tener en cuenta es que, si nos percatamos de que esto está sucediendo y necesitamos aportar una solución, el único camino viable será la comunicación.
El placer de la mujer y el hombre son diferentes. Por eso, la comunicación será la clave para volver a encontrar esos puntos en común. Debemos darle la importancia que se merecen a determinados aspectos de una relación sexual, como son las caricias y los besos, y centrarnos más en ellos si vemos que estamos perdiendo la pasión. El problema puede que sea el haber caído dentro de la rutina en la pareja, por lo que no está de más probar cosas nuevas.
Por ejemplo, podemos abrir nuestra mente con respecto al sexo y explorar métodos diferentes como los masajes, decir más con la mirada, aprender a comunicarnos con el tacto, etc. Es decir, volverlo todo mucho más sensual. Cuando nos hemos aburrido de alguna práctica íntima, es importante decirlo y hablar con la pareja para que esto no se vuelva un quiste y, juntos, poder encontrar otras vías para obtener y recibir placer. De nuevo, la comunicación será lo más importante.
Dejar de lado los problemas rutinarios y centrarnos en la pareja
La rutina puede ser otra de las causas por las que hayamos perdido las ganas de tener sexo con nuestra pareja. En un mundo que cada vez va más deprisa, los momentos de placer van disminuyendo hasta terminar desapareciendo. Por eso, debemos evitar a toda costa que esto llegue a suceder.
El cansancio puede ser letal para nuestra relación. Llegamos extenuados del trabajo, debemos cumplir con nuestro papel en la sociedad, debemos cuidar de los hijos en el caso de que existan y una gran cantidad de cosas más.
Para acabar con esto, lo que tenemos que hacer es planificarnos mejor y conseguir poner en orden nuestras prioridades. De este modo, podremos mantener a raya al cansancio y al estrés, dándonos un merecido momento íntimo y conseguir solucionar nuestro problemas sexuales de pareja.
Las fantasías pueden ser de mucha ayuda para recuperar el sexo
Cuando aparece un problema relacionado con el sexo, puede que esté relacionado, además de a la rutina normal que vivimos en nuestras vidas, también a la sexual. Es decir, debemos considerar que contamos con herramientas más allá del coito que nos harán volver a disfrutar y despertar la chispa. La clave puede estar en innovar y atrevernos a probar cosas nuevas.
Un consejo es que tenemos que ser más creativos. Alejándonos de los tabúes impuestos por la sociedad, trabajar en nuestras fantasías sexuales puede ser la llave que consiga terminar con nuestros problemas en la relación. Una vez que hayamos pensado e indagado qué nos gusta y, sobre todo, qué nos gustaría, debemos hablar con nuestra pareja para ponerlo en práctica. En este sentido, contar con una autoestima fuerte también nos puede ayudar, y mucho, a conseguirlo. Nuestra mente es mucho más fuerte de lo que crees y podría cambiarlo todo.
En ocasiones, pensamos que no tenemos ganas de sexo y lo dejamos ir. Así, un día tras otro. Sin embargo, nunca conseguiremos recuperarlas si no hacemos nada. El deseo sexual hay que cultivarlo a través de diversas herramientas como la intimidad en la pareja, crear espacios donde compartáis momentos juntos, explorar nuevos campos, etc. Es decir, parece que ha llegado el momento de cambiar las costumbres e ir añadiendo algunas nuevas donde los dos os sintáis a gusto. Las relaciones hay que vivirlas con los cinco sentidos, por lo que nunca está de más poner en marcha un plan para sacar todo nuestro potencial interior.