Esta ocasión lo merece. Quizás, para celebrar que hemos vuelto de vacaciones, o que nos vamos, el caso es que un buen bocadillo de calamares o simplemente una ración de ellos nos alegran la existencia. Y esta vez no estamos hablando de engordar o adelgazar un gramo o dos, y de hacer o no una dieta. Hoy hablamos de cómo preparar un buen capricho para lo que queda de verano.
Un capricho llamado calamares, unos rebozados alargados en forma de aros, a base de huevo y harina que aunque no lo parezca, tienen truco a la hora de prepararlos para que, simplemente, nos chupemos los dedos. Un alimento popular en muchas partes del mundo, cuyo cuerpo o mano puede ir relleno o cortado en tiras o aros. Casi siempre van fritos, pero también es muy popular elaborarlos a la plancha, con rellenos y guisados, muchas veces en su propia tinta, que participan como ingrediente en algunas recetas. Así que hoy os contamos los trucos de Karlos Arguiñano para hacer unos calamares simplemente perfectos.
3La elaboración perfecta
Lo primero de todo será batir 2 ó 4 huevos en un plato hondo. Y por otro lado pondremos la harina. Procederemos a limpiar los calamares y a córtalos a nuestro gusto, pero siempre en tiras, más grandes o más pequeños, en aros o no. Los sazonamos y los pásalos por la harina y el huevo batido. Ponemos en una sartén abundante aceite de oliva virgen extra y la dejamos que hierva. Los echamos ,y los freímos durante 2 minutos removiéndolos un poco para evitar que se peguen entre sí.