Esta ocasión lo merece. Quizás, para celebrar que hemos vuelto de vacaciones, o que nos vamos, el caso es que un buen bocadillo de calamares o simplemente una ración de ellos nos alegran la existencia. Y esta vez no estamos hablando de engordar o adelgazar un gramo o dos, y de hacer o no una dieta. Hoy hablamos de cómo preparar un buen capricho para lo que queda de verano.
Un capricho llamado calamares, unos rebozados alargados en forma de aros, a base de huevo y harina que aunque no lo parezca, tienen truco a la hora de prepararlos para que, simplemente, nos chupemos los dedos. Un alimento popular en muchas partes del mundo, cuyo cuerpo o mano puede ir relleno o cortado en tiras o aros. Casi siempre van fritos, pero también es muy popular elaborarlos a la plancha, con rellenos y guisados, muchas veces en su propia tinta, que participan como ingrediente en algunas recetas. Así que hoy os contamos los trucos de Karlos Arguiñano para hacer unos calamares simplemente perfectos.
2¿Calamares o rabas rebozadas?
Una vez que comencemos a preparar nuestros calamares, quizás, estamos a tiempo si cortar el calamar y hacerlo raba. Pero ¿qué son las rabas y cual es la diferencia con los calamares? Las rabas son más alargadas y quedan más crujientes que los calamares al quedar más rebozado en su conjunto, en cambio en el calamar se aprecia más el molusco en si mismo, y el rebozado es algo más sutil. Así, tú mism@ puedes elegir. ¿Raba o calamar? Karlos Arquiñano se ha decantado por los segundos, así que sigue leyendo.