El Ministerio de Defensa tiene previsto aumentar tanto el número de militares que forman parte de la Unidad Miltiar de Emergencias (UME) como su presupuesto, según ha revelado este martes la secretaria de Estado del Departamento, Esperanza Casteleiro.
La UME ha jugado un papel clave durante el último año como punta de lanza de las Fuerzas Armadas para hacer frente al avance de la pandemia y también fue referente a principios de este 2021 en la lucha contra las consecuencias provocadas por la borrasca ‘Filomena’.
Todo ello ha llevado al Ministerio de Defensa a decidir un aumento de los 3.500 efectivos con los que cuenta en la actualidad y, con ello, de su presupuesto, según ha detallado la ‘número dos’ del Ministerio en un encuentro informativo organizado por el ‘Club Diálogos para la Democracia’.
En la lucha contra el Covid-19, efectivos de la UME fueron los primeros en salir a las calles el mismo día en el que el Gobierno decretó el estado de alarma hace un año. Al principio fueron unas decenas de medios de la Unidad Militar de Emergencias (UME) los que se volcaron en esta tarea, aunque pronto se sumaron efectivos de todas las unidades de las Fuerzas Armadas.
La UME –compuesta por militares del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire especializados en emergencias–, asumió fundamentalmente labores de desinfección en residencias o traslado de enfermos entre hospitales y de fallecidos a las morgues provisionales instaladas en la Comunidad de Madrid.
También fueron miembros de la UME los primeros en ejercer labores de rastreo de contactos de positivos en coronavirus en coordinación con las comunidades autónomas, para dar de nuevo paso poco a poco al resto de unidades de las Fuerzas Armadas.
La secretaria de Estado de Defensa ha apuntado este martes que este modelo de trabajo conjunto de todas las capacidades de las Fuerzas Armadas es el que se quiere mantener en el futuro, independientemente del aumento de efectivos de la UME.
Esta unidad nació en el año 2005 como una fuerza militar conjunta de carácter permanente dentro de las Fuerzas Armadas con la finalidad de intervenir de forma rápida en cualquier lugar del territorio nacional «en casos de catástrofe, grave riesgo, calamidad u otras necesidades públicas».
Durante todos estos años ha actuado en terremotos como el de Lorca, inundaciones, incendios forestales o grandes nevadas. Pero también se ha desplegado en el exterior para ayudar en catástrofes en México, Haití o Portugal.