La rama vasca del ‘caso Davalor’ afianza una tesis que compromete al PNV

La decisión del Tribunal Supremo de abrir investigación contra Manu Ayerdi, consejero de Desarrollo Económico y Empresarial del Gobierno de Navarra y hombre fuerte del PNV navarro, ha provocado su salida del Ejecutivo liderado por la socialista María Chivite.

El motivo de su dimisión está relacionado con las controvertidas ayudas concedidas por el Gobierno foral a la quebrada Davalor Salud, que trató de comercializar un mecanismo de dianóstico oftalmológico.

El Gobierno foral ha dejó claro que en cuanto fuese investigado lo iba a dejar caer por una ley navarra: «En el caso de que finalmente se admita la querella y Ayerdi sea considerado como investigado, sería de aplicación lo previsto en el artículo 68 de la Ley Foral 14/2004, de 3 de diciembre, del Gobierno de Navarra y de su Presidenta o Presidente, en virtud del cual los supuestos hechos presuntamente constitutivos de delito son los de prevaricación del artículo 404 del Código Penal y de malversación de caudales públicos del artículo 432 del citado código».

Dicho artículo explicita que, en dicho escenario de admisión de la querella y de declaración como investigado, Ayerdi dejará ser consejero del Gobierno de Navarra bien, en primera instancia, a voluntad propia o bien por decisión por parte de la persona que en su día le otorgó la confianza, es decir, la Presidenta del Gobierno de Navarra», añadían.

UPN SE RELAME

Detrás de la querella contra Ayerdi está UPN, hecho que ha enfadado al presidente del PNV Andoni Ortuzar: «La mezquindad política de UPN se lleva por delante, momentáneamente, a una persona capaz y entregada al servicio público, Manu Ayerdi. Toda nuestra solidaridad y apoyo hacia él. Sentimos como propia la injusticia que se está cometiendo».

El dirigente nacionalista, que cree que Manu Ayerdi saldrá absuelto por esta causa, asegura que «si alguien cree que con estas maniobras lamentables puede hacer desaparecer al PNV navarro, que pierda toda esperanza».

Unai Hualde, presidente del PNV en Navarra y presidente del Parlamento foral, asegura que la oposición en Navarra cree «que Manu Ayerdi es una de esas personas en las que se produce una combinación de cualidades, de sólida preparación de talante y talento, que son ampliamente reconocidos y que lo hacen peligroso para su obsesión de volver algún día a estar al frente de las instituciones navarras después de casi seis años en el dique seco. Una pieza a batir. Aunque con ello haya que pagar el precio de provocar inestabilidad institucional en un momento económico delicado o resentir el interés general de Navarra».

El dirigente navarro asegura que «existen informes demoledores sobre operaciones de la sociedad pública SODENA durante la etapa de UPN (como la operación de compraventa de las acciones de Iberdrola, entre otras muchas) en el que las conclusiones son pérdidas de decenas de millones de euros saltándose todos los procedimientos y utilizando la sociedad para lo que no debían».

AL PNV SE LE COMPLICA LA TESIS

Ayerdi tenía el ‘favor de la calle’ en Navarra… hasta que se ha conocido que el Gobierno Vasco, controlado por el PNV, también inyectó fuertes partidas económicas a Davalor Salud. El parlamentario Carmelo Barrio, del PP, afirmó que el Ejecutivo del País Vasco inyectó 3,3 millones de euros a la citada compañía que se sumarían a los 2,6 de Gobierno de Navarra. Cabe recordar que Davalor además captó 12 millones de euros de 3.000 pequeños ahorradores.

Sánchez de Muniáin, de UPN, explica que el caso «empezó como una apuesta personal, prescindiendo de todo procedimiento, por parte de Ayerdi, que forzó él mismo un acuerdo de Gobierno para ordenar a Sodena que apostase por una determinada empresa y un determinado empresario en unas circunstancias caóticas en ese momento». Y lo cierto es que, aunque la Justicia otorgue la razón a Ayerdi, éste podría estar ‘carbonizado’ si se evidencia que el PNV también favoreció a Davalor en Euskadi.