Las croquetas son uno de los bocados más apreciados de nuestra gastronomía, y despiertan pasiones en todos aquellos que las prueban. Forman parte de nuestras tapas favoritas, y no hay nadie que se pueda resistir a ellas. El origen de este plato es humilde, ya que es la típica preparación pensada para aprovechar sobras, pero el resultado suele ser tan espectacular, que han conseguido compartir carta con los platos más sofisticados de la alta cocina. Si hay que ponerle un, pero a estas delicias de textura crujiente por fuera y cremosa por dentro, es que son bastante calóricas, con el añadido de que están tan ricas que no te puedes comer solo una.
4ENRIQUECER EL REBOZADO DE LAS CROQUETAS
El rebozado y la fritura son otros de los aspectos que suman calorías a la croqueta, pero también es una de las partes más importantes, ya que forma parte de la identidad de este plato. Las croquetas tienen que estar cremosas por dentro, y doradas y crujientes por fuera, por lo tanto esta parte de la preparación es insustituible. Pero en este paso también podemos aplicar trucos para aligerarla y conseguir una croqueta más saludable. Lo primero es descartar el pan rallado industrial y sustituirlo por uno rallado de forma casera, mucho mejor si es integral o de cereales. Además, se puede mezclar con semillas o frutos secos picados, con lo que lograremos incrementar el nivel de fibra de cada bocado, además de que el resultado será de verdad delicioso.