sábado, 23 noviembre 2024

María Galiana pone en jaque a los Goya: actores que no lo merecían

Conocida y querida por todos, si por algo destaca la gran actriz María Galiana es por no tener pelos en la lengua. A sus 85 años, ha vuelto a ponerse el mundo por montera y se ha atrevido incluso a opinar, y no de la mejor forma, sobre los premios Goya, tan importantes en su sector.

Hace tan solo unos días, la de «Cuéntame» participó en el programa «La noche D», presentado por Dani Rovira, para someterse a otra de sus sinceras entrevistas. Emitido en Televisión Española, no cabe duda de que su opinión la vieron millones de espectadores. El episodio de la noche fue un homenaje a las primeras veces, y allí estaba ella, una vez más, dispuesta a darlo todo ante la audiencia.

Si te perdiste su entrevista, descubre cómo María Galiana puso en jaque a los Goya y habló de los actores que no lo merecían.

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La primera vez que más emocionó a la actriz

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Además de reconocida actriz, mujer de armas tomar y cabeza de familia, también consiguió la medalla de oro de Andalucía, uno de los reconocimientos más importantes de la Comunidad. Entre recuerdo y recuerdo, también tuvo espacio para hablar del nacimiento de sus hijos. Aunque tiene seis, la actriz afirmó que se acordaba de todos y que muchos de ellos eran anécdotas. Además, también bromeó compartiendo que: «A mí se me ha caído un niño al suelo».

A pesar de que los recuerdos de su vida son amplios y todos y cada uno de ellos cuenta con espacio en su corazón, fue emocionante el poder revivir con ella una de las que, según la actriz, fue la primera vez que más le gustó experimentar. Según sus propias palabras, su sueño se vio cumplido cuando pudo aprender a conducir.

María Galiana afirmaba que: «Ahora me estoy acordando de una primera vez que me encantó, conducir un coche. Me encanta, y sigo conduciendo». Hubo tiempo para todo y también para aconsejarse a sí misma si hubiera podido hacerlo cuando tenía 20 años, fue bonito saber que lo que tendría ganas de decirse es: «Que fuera mucho más liberal de conducta. Yo he sido, como la mayoría de las mujeres de mi generación, una reprimida de tomo y lomo».