El viceconsejero de Salud Pública y Plan Covid-19 de la Comunidad de Madrid, Antonio Zapatero, ha rechazado el pasaporte Covid planteado por el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, con un porcentaje de inmunización «tan escaso», que actualmente se sitúa en el 2,6% de la población de la región.
«Con un porcentaje de población vacunada en Madrid total en torno al 2,6%, ahora mismo no amerita hacer recomendaciones que solamente un porcentaje tan pequeño de la población pudieran cumplir», ha manifestado en la rueda de prensa semanal sobre la situación epidemiológica y asistencial por el coronavirus.
Según Zapatero, con un porcentaje de inmunizados «tan escaso como el que hay en España, hacer recomendaciones de que solamente un porcentaje del 2% de ciudadanos pudieran hacer cosas diferentes del resto ahora mismo no encaja».
Zapatero ha indicado que la Comunidad de Madrid ha administrado más de 600.000 dosis, entre ellas, 90.000 a mayores de 80 años, 36.000 a Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, Emergencias y Fuerzas Armadas, 34.000 a docentes y otros profesionales que atienden al alumnado y 2.500 a grandes dependientes de grado 3, que podrán recibir la vacuna en su domicilio a partir de este lunes en caso de que lo necesiten.
Asimismo, ha señalado que el 98% de los residentes de centros sociosanitarios ya cuenta con la vacunación completa, así como el 73% del personal sanitario de primera línea.
También ha señalado que «la eficacia de la vacuna ya comienza a notarse», al constatar que los casos en residencias se han reducido un 96% tras la segunda dosis y que no se ha producido ningún caso nuevo entre sanitarios de primera línea.
Por otro lado, la directora general de Salud Pública, Elena Andradas, ha indicado que cuentan con dosis suficientes para poder seguir avanzando en la vacunación de los mayores de 80 años junto con los grandes dependientes, y en paralelo, con AstraZenaca, a los docentes y personal de escuelas infantiles y centros de educación especial, junto a otras profesiones sanitarias.
«No tenemos posibilidad de abrir a nuevos grupos», ha manifestado Andradas, más allá de los grandes dependientes, al tiempo que ha indicado que el objetivo es cubrir a la población ya identificada.
Además de empezar a vacunar a los grandes dependientes inmovilizados en sus domicilios, se hará lo mismo con los mayores de 80 años que no pueden desplazarse al centro de salud, tras la modificación de la ficha técnica de la vacuna de Pfizer.
Por otro lado, sigue pendiente la vacunación de un pequeño porcentaje de trabajadores sociosanitarios, por ejemplo los de asistencia a domicilio.
«A la vez estamos ya pensando en cuáles van a ser los siguientes grupos a vacunar en función fundamentalmente del tipo de suministro de vacunas que tengamos», ha agregado Andradas.
En este sentido, ha afirmado que si llegan más vacunas ARN habrá que seguir avanzando en los mayores, vacunando a los de entre 70 y 79 años, «son la población más vulnerable y que se puede beneficiar en mayor medida de ese menor número de complicaciones graves».
«Son las personas mayores las que van a beneficiarse en mayor medida por esta administración de la vacuna y por tanto va a tener una repercusión importantísima en la capacidad asistencial que puede tener el sistema sanitario, esto no significa que no estemos ya pensando en cómo avanzar, cuando tengamos dosis suficientes de vacunas, en los siguientes grupos prioritarios, como son los pacientes crónicos», ha explicado.
Por su parte, Zapatero ha reiterado la petición de que se autorice la admnistración de AstraZeneca a mayores de 65 años, y ha abogado por que se autorice en «pacientes de toda edad y por encima de 80 años», porque «va a facilitar inmunizar a estos grupos de mayor riesgo a una mayor velocidad».