Pronto se cumplirá un año desde que la pandemia de Covid-19 irrumpió de pleno en nuestras vidas y nos obligó a cambiar nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Doce meses después (y aún quedan muchos más por delante), todavía debemos salir a la calle llevando mascarillas, un elemento de seguridad que hasta entonces, al menos en esta parte del mundo, la mayoría no habíamos utilizado nunca. Aunque a estas alturas ya deberíamos estar más que familiarizados con sus características, sus posibilidades de uso y su efectividad en diferentes supuestos, lo cierto es que sigue habiendo dudas al respecto, por lo que nunca está de más recordar de vez en cuando las normas para utilizarla adecuadamente.
3MEJOR SUSTITUIRLA POR UNA NUEVA
¿Qué dicen los fabricantes? La recomendación de los fabricantes es que cuando esté húmeda por la propia respiración, sucia o mojada por fuera, se deseche y se utilice una nueva. No afirman explícitamente que sean menos efectiva, pero tampoco garantizan que los materiales mantengan una capacidad de filtración óptima al mojarse. Cada fabricante de mascarillas FFP2 debe indicar las horas de uso recomendadas, aunque el Ministerio de Sanidad aconseja que no se superen las 8 horas, siempre y cuando no sufra ningún deterioro. En el caso de que entrase en contacto con algún líquido, debería sustituirse por otra para evitar riesgo de contagio por la disminución de la eficacia.