Almeida fue el candidato más inesperado del PP. Una apuesta personal, dicen, de Pablo Casado, quien vio en él ese punto de política local de calle que tanto necesitaba el PP para contrarrestar el efecto Carmena. En cierto modo lo logró, pues los buenos resultados de Almeida y la debacle socialista hicieron posible el acuerdo entre Ciudadanos y Partido Popular para ‘recuperar’ la alcaldía cuatro años después. Aunque en sus inicios nadie daba un duro por él, Almeida ha sabido crear un estilo propio de hacer política municipalista. Encabeza la lista de políticos mejor valorados en la crisis del coronavirus, según el barómetro de ABC/GAD3, publicado el 2 de mayo, ha concitado el apoyo de la izquierda con figuras tan dispares como Leguina, Edu Galán o incluso Ramoncín. Hoy visita ‘El Hormiguero’. ¿Explicará su secreto para ganarse el cariño y el respeto de la izquierda?
2ALMEIDA, EL POLÍTICO EN LA CALLE
Además de adoptar una actitud colaborativa con la oposición -algo que seguro que sale en El Hormiguero-, y no pasar a rodillo con lo que la izquierda denomina las derechas (Ciudadanos, PP y Vox), otro de los elementos que no ha podido pasar por alto la oposición es la implicación personal de Almeida para con la ciudad. Su estilo de gobierno local está muy pegado a la calle: lo mismo da que tenga que participar en la distribución de comida para los más necesitados que empujar un coche o participar en los eventos socioculturales de la ciudad. Lo hace todo con naturalidad y sin excederse en el uso de esta propaganda como parte del marketing político. Ojo, que no significa que no lo utilice, sino que lo hace con cautela. Y mucho humor.
