La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha vuelto a condenar el ataque de este sábado por la noche al furgón de la Guardia Urbana que «puso en peligro la vida de un agente» junto a la comisaría de La Rambla.
Junto con el teniente de alcalde de Seguridad de Barcelona, Albert Batlle, Colau ha visitado la comisaría, que también sufrió ataques de los encapuchados durante los altercados después de la manifestación pacífica por Pablo Hasel.
La alcaldesa ha mostrado su «rechazo más absoluto, la condena más firme y rotunda a los actos de violencia», y ha expresado su apoyo a los agentes de la Urbana que, junto con los Mossos, actuaron rápidamente para contrarrestar la violencia, que podría haber acabado en una desgracia, ha añadido.
También ha destacado «la gran unidad institucional» para condenar los hechos y que el sábado por la noche recibió las llamadas del vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès; el conseller de Interior, Miquel Sàmper, y la consellera de la Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó.
«La violencia nunca es el camino», ha reiterado, y ha agradecido también el trabajo del Sistema d’Emergències Mèdiques (SEM), así como el de los equipos de limpieza que trabajaron toda la noche.