El PDeCat y JxCat vuelven a verse las caras este jueves tras el varapalo judicial en favor de Carles Puigdemont, que registró las siglas de los herederos de Convergencia a su nombre.
La nueva guerra judicial entre ambas formaciones se centra en el uso del nombre Junts per Catalunya, candidatura con la que se presentaron Puigdemont y Laura Borràs a las pasadas elecciones del 14-F.
Este nuevo incómodo encuentro tendrá lugar en el Juzgado 3 de primera instancia mediante una «audiencia previa».
En octubre de 2020, la magistrada desestimó la petición del PDeCat, presidido por David Bonvehí, para anular los acuerdos que se habían tomado en una Asamblea se sustituyeron a los propietarios de la marca Junts per Catalunya por afines a Puigdemont.
Los independentistas moderados, liderados en estas pasadas elecciones por Àngels Chacón, aseguraba que la Asamblea se celebró de forma irregular, por lo que los acuerdos tomados serían declarados nulos. No obstante, el juzgado mantuvo la marca JxCat para las pasadas elecciones.
Sin embargo, la magistrada ha criticado la «situación creada por una actuación que considera irregular y poco ética que denunció en su día y que quedó acreditada en la vista medidas cautelares».
EL DESENCUENTRO CON MARTA PASCAL
Todo nace a raíz del intento de Marta Pascal, actual líder del Partit Nacionalista Català tras romper con el PDeCat. En 2018, Pascal lideró el PDeCat e inscribió el nombre de JxCat ante el Ministerio de Interior. En el documento puso el nombre de tres personas afines a esta formación, como Laia Canet Sarri.
Puigdemont fue modificando este registro a través de un equipo jurídico y poner como presidente a Carles Valls, sin una autorización previa de PDECat. El PDeCat ha asegurado que el letrado Xavier Solà, imputado y condenado por las irregularidades en la gestión de la Associació Catalana de Municipis, ayudó a Puigdemont.
Tras la marcha de Pascal por su rivalidad con Puigdemont, el Pdecat mantuvo su intención de integrarse en la lista de JxCat, sin que prosperase acuerdo alguno.
El resultado electoral fue contundente. El PDeCat se quedó fuera de Parlament, mientras la lista de Puigdemont se quedó a un escaño de entrar. Cierto es que si ambos hubieran ido en coalición hubieran obtenido la victoria.