La idea es traducir al catalán cualquier texto y, de paso, gastar un buen pico de dinero público en forma de subvenciones para que también las «obras no literarias» se traduzcan a la lengua. Da igual que haya elecciones de por medio, pues la Generalitat ha aprobado para este 2021 antes de los comicios una partida de 160.000 euros en subvenciones (una dotación completamente «ampliable») para «promocionar la lengua catalana» a golpe de traducción de textos no literarios. Los que quieran realizar este trabajo podrán solicitar a la Oficina de Suport a la Iniciativa Cultural (dependiente directamente de la Consellería de Cultura) la subvención directa hasta el 29 de octubre de 2021.
No es la primera vez que se presentan estas ayudas en una convocatoria de subvenciones para la traducción al catalán de obras no literarias. La idea es vieja, pues se trata de lo que ellos reflejan en los documentos oficiales como «fomentar la lengua» para que el catalán siga vivo a golpe de dinero público. De momento, para este 2021 y en plena pandemia la Generalitat ha decidido gastarse 160.000 euros públicos en este supuesto para traducir obras no literarias, pero lo mejor es que en un documento oficial al que ha tenido acceso MONCLOA.com se detalla que «la dotación máxima se podrá ampliar en función de las solicitudes recibidas y de la disponibilidad presupuestaria», algo que decidirá la Generalitat con un claro color independentista.
Esta partida entregada en plena pandemia es relativamente pequeña si se compara con otras concedidas por la Generalitat para supuestos similares. Fomentar el carácter nacional y diferenciador de la comunidad autónoma sale caro a las arcas públicas. Y dado que Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) tiene opciones de gobernar con el apoyo de las formaciones independentistas (la CUP y Junts per Catalunya), es muy probable que se mantenga esta línea de subvenciones directas para fomentar la lengua catalana. En este caso solo son 160.000 euros completamente ampliables para traducir obras no literarias, pero hay partidas mucho más cuantiosas.
Esto no es algo nuevo. Todo lo que sea fomentar la lengua en un contexto nacionalista está bien visto por la Generalitat y se dota de una buena partida de dinero público. Esto mismo pasó con el expresidente autonómico Quim Torra, el cual destinó en agosto de 2020 hasta 1.311.275 euros para traducir al catalán diferente cuestiones, como el nombre de diferentes especies de cigarras de la región. En este caso es el Termcat el que se encargó de traducir nuevos conceptos al catalán. Ahora lo harán empresas que cumplan una serie de requisitos concretos.
TAMBIÉN EN EUSKADI
El Gobierno de Íñigo Urkullu ha abierto una oferta pública este enero para licitar un contrato por el que busca traductores del español al euskera y viceversa para cambiar de idioma los diarios de todas las sesiones plenarias y documentos parlamentarios o administrativos de la cámara vasca. El presupuesto con IVA del contrato asciende a los 106.867 euros, que el Ejecutivo de Urkullu gastará aun estando el país en plena tercera ola de la pandemia para traducir estos documentos a 0,097 céntimos por palabra.
La oferta se encuentra en este momento abierta, con fecha final para presentar propuestas el día 29 de este mes. Con una duración de un año, el contrato se emite mientras España y occidente están aun sumidos en una nueva ola de la pandemia de coronavirus.
En concreto, el órgano contratante es la Mesa del Parlamento Vasco, y el objeto del contrato, tal y como se describe en las webs oficiales de la comunidad, es el de la “traducción del castellano al euskera y viceversa de los diarios de sesiones plenarias y otros textos parlamentarios o administrativos del Parlamento Vasco”. Detalla tres criterios para la concesión: calidad de la traducción, proceso de gestión y preparación profesional y experiencia de los traductores.
De esta forma, el Partido Nacionalista Vasco ejerce una nueva presión para equiparar euskera y español, pese a que ambos idiomas son ya cooficiales en la comunidad autónoma, y se entiende que todos los parlamentarios y parlamentarias pueden desenvolverse de manera perfecta en español, sin necesitar por tanto una duplicación de documentos económicamente exigente.