Jorge Javier Vázquez es uno de esos presentadores que todo el mundo conoce o ha visto en algún momento de su vida. Lo que se llama un animal televisivo. Aunque ahora es el rostro por excelencia de Mediaset, y más concretamente de Telecinco, hubo un tiempo en que el presentador ni fue famoso ni aclamado (para bien o para mal). Su participación en los principales programas de Telecinco en los últimos diez años le ha granjeado pingües beneficios -es uno de los presentadores de televisión que más cobra actualmente al año-, y un caché que solo Telecinco está dispuesto a pagar porque sabe que lo que obtiene lo vale. No siempre fue así. ¿Quieres saber cómo llegar a ser el ‘rey’ de la televisión? Esta es la historia de Jorge Javier Vázquez.
Aunque pueda parecer fruto de un día, lo cierto es que Jorge Javier Vázquez se ha trabajado y mucho su personaje. Por otra parte, como vamos a ver, tuvo la suerte de su lado en los momentos críticos. A base de tesón y dar al público lo que este demanda se ha hecho un hueco en Telecinco que la cadena no sabe aún como compensar. ¿Qué pasaría si un día enfermera o encontrar un proyecto más beneficioso para su carrera? Estos fueron los comienzos de Jorge Javier.
3JORGE JAVIER VÁZQUEZ ATERRIZA EN ANTENA 3
Corría el año 1997, ahora tan lejano. Jorge Javier Vázquez se ponía delante de las cámaras por primera vez y lo hacía de la mano de las reinas del mundo rosa y el salseo de aquellos últimos años del siglo XX: Rosa Villacastín y Ana Rosa Quintana. Sí, la misma con la que compite ahora por ver quién de los dos cobra más. El programa ‘Extra rosa’ nos ofreció es a primera impresión de un joven alegre, fresco y con un toque ácido que da un poco de vida al salseo tradicional.
Un año más tarde, Ana Rosa Quintana se hizo con la dirección en solitario de ‘Sabor a ti’, y se llevó consigo a aquel joven atrevido, directo y que se sabía mover muy bien por todas las esferas. Curiosamente fue allí donde conoció a algunos de sus colaboradores actuales como Belén Esteban, Chelo García Cortés o María Patiño.