Como siempre debemos tener claro, cada persona, y cada mujer, es diferente. Es por eso que los síntomas no son clave a la hora de saber si estás o no embarazada, aunque pueden ayudarte mucho para descubrirlo. En ocasiones, no se tiene ninguno. En otras, se tienen todos. Lo más fiable, por tanto, es siempre cerciorarse a través de cualquiera de los test que podemos encontrar de forma fácil en farmacias.
A la hora de producirse el embarazo, el cuerpo de la mujer comienza su particular revolución. Todo ello se debe a las hormonas, que cambian para adaptarse y albergar a otra vida en el interior. Por eso, aunque lo más fiable es siempre hacer un test, podemos ir haciéndonos una idea si comenzamos a notar determinadas pistas.
Si crees que puede ser tu caso, esto te interesa. Descubre los síntomas y pruebas para confirmar que estás embarazada.
Ausencia de la regla, el primer síntoma para saber si estás embarazada
El primer síntoma al que debes estar atenta para conocer si estás embarazada es la ausencia de menstruación. También conocida como amenorrea, se considera como una de las pistas más importantes a la hora de saber si nuestro cuerpo está viviendo fuertes cambios. En el caso de que una menstruación siempre regular comience a retrasarse de forma acusada, puede que estemos ante un posible embarazo.
En el momento en el que el óvulo de la mujer es fecundado, este no tarda en implantarse en el endometrio, lugar en el que crecerá el embrión. En caso de que esto no suceda, el endometrio se deshace, provocando el sangrado mensual. Si, en cambio, existe esa fecundación, estamos ante un embarazo, por lo que la regla no llegará ese mes. Y tampoco los siguientes, como ya sabemos.
A pesar de todo, sí que se puede producir un sangrado, mucho más pequeño de lo habitual, que puede durar algunos días. Suele ser más oscuro y poco abundante. Es lo que conocemos como sangrado de implantación. Es posible confundirlo con la regla, ya que aparece entre seis y diez días tras la fecundación. Sin embargo, debemos estar atentas, ya que será mucho más ligero.
Cansancio y dolor de pecho, otras variables a tener en cuenta
Otro de los síntomas para saber si estás embarazada es estar atentas a tus cambios a nivel físico y psicológico. Cuando el cuerpo se va preparando para acoger la nueva vida, aumenta el volumen de la sangre que circula a través de las venas de la mujer. Esto provoca, a su vez, un aumento en el pulso. Es decir, el cuerpo necesita descanso para recuperar la energía perdida.
De ahí que aparezcan signos de cansancio, desgana, malestar y un poco de debilidad. Todo ello es muy normal en las primeras semanas de embarazo. De hecho, es de las cosas que primero notamos, incluso antes de hacernos el test. Asimismo, puede aparecer también una gran sensibilidad en el pecho. Entre otras cosas, la reconoceremos por que se hincharán, nos sentiremos incómodas e incluso se pueden dar signos de dolor en la zona del pezón.
Cuando nuestro cuerpo se prepara para el embarazo, los pechos también lo hacen, con el objetivo de alimentar al futuro bebé. Esto es causa de la hormona progesterona, que aumenta para que crezcan las glándulas mamarias, así como por los estrógenos, que desarrollan los conductos de la leche. En las mamas, aumentará el flujo de sangre, la grasa y las glándulas lácteas. De ahí la sensación de hinchazón.
Mareos, náuseas y/o vómitos, síntomas de que puedes estar embarazada
Aunque no sucede en todos los casos, estos también son posibles síntomas de que estás embarazada. Cuando se da, el sistema cardiovascular de la mujer funciona de forma diferente, por lo que se pueden ocasionar bajadas en la presión arterial. De ahí vienen los mareos, famosos por aparecer en cualquier momento. Son muy frecuentes cuando nos ponemos de pie o nos levantamos de forma rápida, por lo que debemos estar atentas a estas claves.
Como decimos, no todas las mujeres los sufren. Hay personas que no los tienen y otras que no consiguen deshacerse de ellos durante todo el embarazo. Sin embargo, es común que aparezcan en las primeras semanas y se vayan tras el primer trimestre. Debemos ir reconociendo estos cambios para poder combatirlos de la forma adecuada.
Las náuseas y vómitos se relacionan mucho con el embarazo debido al crecimiento de ciertas hormonas. Estas consiguen esa sensación de malestar en el estómago, ganas de vomitar o demasiada salivación. Lo más común es que estos síntomas se den cada mañana, justo al despertar. No obstante, también pueden aparecer en otros momentos.
El gusto y el olfato también se pueden ver alterados
Uno de los síntomas menos graves pero que resultan especialmente molestos es el del cambio en el gusto y el olfato. Estos se pueden ver alterados si estás embarazada, sobre todo, en el primer trimestre del embarazo. Es molesto porque, olores que antes te encantaban, comienzan a resultar insoportables, al igual que los sabores.
La razón principal radica en el aumento de los estrógenos. Estos hacen que la mujer cuente con un mayor olfato, aumentando a su vez la sensibilidad a todos los los olores. Aunque en algunos casos podría resultar ventajoso, lo cierto es que en el día a día se puede volver bastante molesto.
Aborrecerás comidas que antes te encantaban y olerás mucho más que el resto de personas, por lo que puede que comiences a cogerle manía a muchos de esos olores. Aunque esto irá desapareciendo con el tiempo, lo cierto es que es desagradable que tus gustos cambien de la noche a la mañana.
Lo único fiable: test para saber si estás embarazada
Síntomas hay muchos, pero todos ellos se quedarán en nada hasta que no confirmes si estás o no embarazada. La mejor forma de hacerlo es a través de un test de embarazo. Además, con el auge de las nuevas tecnologías, ahora podemos encontrar algunos en el mercado de lo más fiables.
Los más simples son tiras reactivas que introducimos en un recipiente con orina para determinar el diagnóstico. Estos no llegan a los 10 euros los 20 test, aunque existen otros con más fiabilidad. El más usado, por ejemplo, es el dispositivo de plástico con tira reactiva en el que vemos las bandas rosas famosas. Su precio es de unos 2 euros, por lo que resulta también muy económico.
Si no queremos quedarnos con las dudas, ahora existen otros más sofisticados gracias a los que podemos saber el resultado aunque el embarazo se haya producido hace poco. Cuestan unos 6 euros aunque, si prefieres uno digital, estos rondan los 20 euros. Tras el resultado, lo mejor es acudir al médico para confirmar del todo el positivo o el negativo.