El Ejército del Aire cuenta ya para su puesta en servicio con los nuevos drones Predator B, unos modernos aviones no tripulados de 20 metros de envergadura que estarán especializados en labores de inteligencia.
Tras un año de pruebas funcionales para evaluar su idoneidad, la Dirección General de Armamento y Material traspasó este miércoles este revolucionario sistema en un acto celebrado en la base aérea de Talavera La Real, en Badajoz.
El Predator B comenzó a ser diseñado hace ya veinte años y en septiembre de 2007 fue desplegado en Irak por la United States Air Force (USAF) y, ese mismo año, utilizado en los incendios forestales de California. Su uso se extiende a la NASA, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) y el Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).
Este sistema supone un notable incremento de la capacidad de inteligencia, vigilancia y reconocimiento para el Ejército del Aire y la acción conjunta, al contar con una plataforma tripulada remotamente que consigue un riesgo nulo de exposición de la tripulación.
Se trata de un dron que es capaz de operar hasta un máximo de 25 horas de vuelo y de efectuar misiones de inteligencia y vigilancia usando sensores infrarrojos y radáricos, para buscar, localizar y seguir blancos en cualquier condición meteorológica, fijos o móviles, tanto de día como de noche. Todo ello pudiendo conducir la misión a cientos de kilómetros, desde la base de despegue u otra localización habilitada.
