Aquellos que entrenan a diario para competición o salen a correr para prepararse para maratones y pruebas amateur seguro que han escuchado sobre las zapatillas con placa de carbono: para unos, la forma más eficiente de maximizar el rendimiento; para otros, una tecnología que engaña y por lo tanto debería ser considerada ilegal. Las super zapatillas que ya comercializan marcas como Nike siguen generando una gran controversia en el mundo running. ¿Son legales o ilegales? ¿Mejoran realmente el rendimiento del deportista? ¿Cómo funcionan? ¿Son para todos los pies? Analizamos las zapatillas con placa de carbono, sus mitos y las verdades que hay detrás de esta innovación en el diseño del calzado deportivo.
3LA GEOMETRÍA RADICAL EN ESTE TIPO DE CALZADO
Otro de los puntos que marcan la diferencia de las zapatillas con placa de carbono de las que no lo tienen es la geometría disruptiva que permite este diseño. Así, el rocker o curva de la zapatilla respecto a la línea horizontal del suelo, es tan marcado que e balanceo ayuda también a mejorar el rendimiento de cada una de la zancada. La transición entre apoyo y salto es crucial para que el corredor mantenga el ritmo y evite lesiones a largo plazo.
A ello se le suma el uso de otro tipo de espumas para la armazón de las zapatillas. La goma EVA ha sido prácticamente desterrada. De hecho, los modelos que ya incluyen la placa de carbón montan esta sobre nuevos materiales más técnicos como el PEBAX, un elastómero termoplástico que hace que el calzado sea aún más ligero.