Las conquistas sociales de Pablo Iglesias dentro del Gobierno no están teniendo ningún efecto a nivel demoscópico, campo en el que Unidas Podemos no deja de caer. Ni tampoco entre la vieja guardia de Izquierda Unida, que sigue sin ver con buenos ojos al aliado de Alberto Garzón.
El poeta Luis García Montero, clásico en IU y director del Instituto Cervantes por decisión del PSOE, dejó claro hace unos días en infolibre.es que no está de acuerdo con la guerra pública emprendida por Unidas Podemos contra el PSOE.
«Agradezco que a través de las redes se divulguen artículos de calado político. Pero los políticos deberían dejar que las pataletas en forma de tuit quedasen reducidas a las personas sin responsabilidad pública que necesitan por desgracia vociferar«, aseguró.
El granadino dice que «asumir el vocerío desde las cabezas visibles de los partidos, ya estén en la oposición o en el Gobierno, deshace la dignidad de un espacio público que negocia y toma decisiones según principios y realidades, no según las ocurrencias en los ataques de rabia. Algunos amigos deberían descansar en unos meses por lo que se refiere a la tuitería».
GASPAR LLAMAZARES SUMA Y SIGUE
Gaspar Llamazares llevó a Izquierda Unida a sus peores resultados históricos y en 2019 pretendió eternizarse en la vida política mediante la fallida plataforma Actúa. El asturiano prometió en 2008 que iba a dejar la política para volver a la medicina.
Pero estos hechos no son óbice para que quiera seguir intentando vivir de la política, sea como tertuliano, escritor o líder de proyectos fracasados. Llamazares, que en un cuarto de siglo como político no se le conocen grandes conquistas estatales, está que trina contra Iglesias y Garzón porque la irrupción de ambos supuso su definitivo adiós a la primera plana política.
Dice Llamazares que los partidos de izquierdas sufren «las secuelas de las heridas infringidas por la esterilidad del populismo, que todavía hoy actúa de tapón, y lo hará durante el tiempo que tardemos en construir un proyecto de izquierdas».
Y añade: «Lo que queda del Podemos original es tanto y tan poco como lo único que puede producir el populismo: liderazgo carismático, antagonismo, gestos sin contenido y la nostalgia del 15M como paradigma seminal de la movilización. Y es que el Podemos original albergaba su propia esterilidad y riesgo democrático, la ilusión la causaban agentes externos: crisis, esclerosis de la política…Podemos era una gran ilusión populista».
IGLESIAS EN EL GOBIERNO
Más afectos hacia Iglesias muestra el ideológo de la IU de Julio Anguita, Manolo Monereo. El exdiputado de Unidas Podemos asegura que los grupos de poeder económicos «quieren romper el Gobierno porque necesitan apremiantemente dinero público, trasvase de rentas para mantener sus privilegios, sus enormes beneficios y su poder».