La recetas tradicionales suelen suscitar cierto debate. ¿De dónde viene? ¿Quién fue la primera persona que la cocinó? ¿Cuál es la preparación original? Además, aunque tengamos claro como se hace un plato tradicional, la realidad es que cada país y región tiene su propia versión, incluso cada casa le da su toque particular, y hasta los chefs profesionales tienden a darle un giro y a las recetas de otros tiempos. Al fin y al cabo la cocina es creatividad y experimentación. Pero a veces las recetas de un lugar se transforman tanto que hasta pierde el sentido que conserven el mismo nombre porque han pasado a ser algo diferente. Pasa mucho con las recetas que tomamos de la gastronomía internacional.
3CONSEJOS INFALIBLES PARA UNA BUENA PASTA CARBONARA
Como vemos, la pasta carbonara auténtica y original es mucho más fácil que la que preparamos aquí con nata, y también muchísimo más ligera. Pero para que quede de restaurante italiano hay que seguir algunos consejos.
- Queso pecorino. Se trata de un queso original de roma, elaborado con leche de oveja, muy curado y con un sabor intenso. Lo suyo es que tratemos de usar este tipo de queso en concreto, pero si no fuese posible lo podríamos sustituir por parmesano.
- Guanciale. Es la carne que se utiliza tradicionalmente en la salsa carbonara. Es el tocino de la papada, que tiene un sabor distinto al de la panceta o bacon, aunque de cualquier manera quedará una salsa deliciosa.
- Nada de nata. No hace falta recurrir a la nata para conseguir una carbonara cremosa. La textura suave se consigue cuando añadimos la salsa a la pasta recién colada y, si es necesario, añadiendo un pelín de agua. El resultado es delicioso y con bastantes calorías menos.
- Yemas o huevos enteros. Algunos cocineros italianos prefieren usar solamente las yemas del huevo, en una proporción de una por cada comensal. Es cuestión de probar cuál de las opciones nos gusta más.