La apariencia de la Reina Letizia ha cambiado de forma considerable con el paso de los años. Poco tiene que ver su físico actual con el que nos mostraba a comienzos de siglo, antes de entrar a formar parte de la Familia Real o en sus primeros años en la misma.
Aunque muchas de las intervenciones estéticas a las que se ha sometido la esposa de Felipe VI se puede considerar que han tenido un resultado positivo, no ha ocurrido así en todos sus tratamientos y retoques. En esta ocasión, repasamos los retoques estéticos que le han salido mal a la Reina Letizia.
3PÉRDIDA DE NATURALIDAD EN EL ROSTRO
El bótox es un tratamiento que busca contraer los músculos en las zonas en las que se inyecta, de manera que contribuye a suavizar las arrugas y las líneas de expresión. Sin embargo, su aplicación puede llevar a que el rostro del paciente tenga cambios considerables; y que se aprecie claramente una falta de movilidad y naturalidad en la cara.
En el caso de la esposa de Felipe VI no nos encontramos con un caso exagerado en el que su rostro se haya visto muy afectado por esta intervención; pero sí es cierto que sus expresiones son más artificiales de lo que lo eran tiempo atrás. En su caso combinó el tratamiento de toxina botulínica con ácido hialurónico para tratar de dejar a un lado las arrugas y lucir un aspecto más rejuvenecido.
