La vicepresidenta del Gobierno Nadia Calviño se adapta a los nuevos tiempos. La socialista ha aprobado el gasto de 400.000 euros que se convertirán en becas a través de la Fundación ICO para conceder hasta 25 becas para estudiar chino mandarín directamente en el país asiático. La propuesta es escasa, algo que incluso reconocen desde el propio Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital que dirige Calviño, pero es un paso para que las universidades españolas colaboren con las chinas para mejorar las relaciones laborales entre ambos países en el futuro. La subvención directa se ha aprobado a la entrada de este año y se espera que por lo menos se concedan todas las becas. El plazo de inscripciones se ha cerrado el pasado 8 de febrero y se espera que de aquí a poco 25 alumnos españoles salgan a universidades de China. Incluso con el coronavirus latente.
Son tres las universidades a las que podrán ir los alumnos españoles. La Pekin University, la University of International Business and Economics o la Beijing Normal University. El único problema es la escasez de becas que se concederán para este supuesto: 400.000 euros para 25 becas de diez meses. Los que accedan a estas ayudas deben tener la nacionalidad española, pero también se abren a la posibilidad de que extranjeros con todo en regla puedan acceder a las becas para estudiar en China. Este es el pistoletazo de salida de un plan que ha llevado a cabo el Ministerio de Asuntos Económicos y que pretende prolongarse y dotar de más recursos de aquí a las próximas jornadas.
Por el momento, cada alumno costará a las arcas públicas 16.000 euros. Una buena iniciativa que incluirá para cada alumno español matrícula del curso, que será abonada directamente por la Fundación ICO a la Universidad de destino, gastos de alojamiento en residencia universitaria o en otros alojamientos, hasta el límite del coste del mismo en residencia universitaria, dotación de hasta 1.600 euros, como ayuda para el traslado desde España (en clase turista), a requerimiento de la Fundación se aportarán los justificantes de los gastos realizados, seguro médico de cobertura internacional y aportación de 4.600 euros para gastos personales, que se abonarán en tres plazos: septiembre, enero y abril. Una beca muy bien estructurada que esperan se convierta en algo genérico cada año.
La hegemonía de China ha quedado demostrada tras la pandemia del coronavirus. El gigante asiático se ha convertido en uno de los países candidatos a desbancar a Estados Unidos del primer puesto en la economía global y tras la aparición del virus China ha sido la única potencia cuyo PIB ha crecido durante 2020. El plan de becas del Ejecutivo y la colaboración con universidades chinas se enmarca en la importancia que tiene y tendrá el gigante asiático de cara al futuro. Este es solo el primer paso para un plan que posiblemente crezca, según fuentes del Gobierno, de cara a los próximos años.
FACILITANDO AYUDAS
El Gobierno ha eliminado el requisito académico que implantó el Partido Popular en 2012 para recibir una beca por parte del Estado, y desde el próximo curso estas ayudas al estudio se concederán atendiendo a la renta familiar del estudiante. Además, el Ejecutivo aumentará el presupuesto para becas en 386 millones de euros, lo que supone un incremento del 22%, “el más importante de los últimos diez años”, según ha subrayado.
Con este aumento, apuntan desde el Gobierno, el sistema estatal de becas y ayudas al estudio contará con más de 1.900 millones que podrán beneficiar a más de 600.000 estudiantes el próximo curso. El aumento de la inversión permitirá incrementar en 100 euros la cuantía fija de cada beca para los universitarios de Grado y Máster.
También recibirán 100 euros más los estudiantes que obtengan una beca de residencia fuera de su municipio y los que se beneficien de la beca básica en enseñanzas no universitarias, más de 500.000 en total según los cálculos del Gobierno. “En el caso de que la persona reúna requisitos para ambos tipos de becas, las cuantías serán acumulativas y no excluyentes”, según precisa el Ministerio de Educación y Formación Profesional.
LAS RELACIONES CON CHINA
Otro de los asuntos que traerán conversación este futuro próximo de cara a las relaciones con China es el 5G. La llegada de esta red a España es un misterio y también es Calviño quien quiere implantarla, algo que obligará a la vicepresidenta a intensificar las relaciones con el gigante asiático. Y ahora que Donald Trump ya no está como presidente de Estados Unidos, las relaciones internacionales de España estarán algo menos condicionadas.
El fantasma del 5G recorre Europa, pero nadie sabe aún cómo se van a desarrollar en los países miembros las redes que den soporte a este nuevo escenario de velocidad en el traspaso de datos. La decisión de Reino Unido de expulsar a Huawei del desarrollo de su red 5G ha marcado una tendencia que impuso el presidente de Estados Unidos, Donald Trump: la del enfrentamiento directo con China. Pero esto ya es historia. Sin embargo, el resto de países europeos aún se mantienen en una posición neutral. Y España, con la vicepresidenta económica del Gobierno Nadia Calviño como responsable de tomar esa decisión, aún no tiene ni la menor idea de si se plegará a las caducadas exigencias de Trump o sucumbirá ante los encantos de Huawei, la compañía mejor posicionada para desarrollar la infraestructura 5G.
“No ha sido una decisión fácil, pero sí la mejor a largo plazo para nuestra economía y nuestra seguridad nacional”, afirmó en la Cámara de los Comunes de Reino Unido el ministro Oliver Dowden. Ahora, además de que en el país europeo no saben con certeza cómo abordarán el reto de desarrollar esta red de alta velocidad, tendrán que enfrentarse a posibles represalias económicas del gigante asiático. Pero por el momento, la decisión del primer ministro británico Boris Johnson es que en 2027 no debe quedar ni rastro de Huawei en las redes 5G del país.