Desde hace casi un año, cuando vamos al supermercado seguimos una rutina ya bien establecida de desinfectado de manos, limpieza del asa de las cestas o la barra del carrito, uso de guantes… Todo para prevenir un posible contagio de covid-19. Y después al llegar a casa, toca todo el proceso de sacar los productos de las bolsas y tratarlos adecuadamente, desinfectarlos.
Sin embargo el verdadero riesgo en el supermercado no se encuentra en las bolsas ni en los paquetes de productos, si no en el aire que se respira.
5RESPONSABILIDAD INDIVIDUAL ANTE TODO
Aunque la vacuna se presenta como una luz al final del túnel, la inmunización colectiva es un proceso que puede ser largo. Mientras tanto, para acortar este plazo y poder recuperar cuanto antes cierta normalidad, es imprescindible que todos nos comprometamos a mantener las medidas de seguridad, y asumir nuestra parte de responsabilidad en la lucha contra la propagación de la pandemia. Solamente tomándonos en serio los riesgos, conseguiremos que esto no siga prolongándose durante un tiempo infinito.