La consellera de Salud y Consumo del Govern balear, Patricia Gómez, ha considerado este martes en el pleno del Parlament que la comunidad autónoma ha superado «sólo en parte» la tercera ola de la pandemia del coronavirus.
Durante su comparecencia, Gómez ha recordado que esta semana se cumple un año del primer caso de la COVID-19 detectado en las Islas y que el virus ya ha dejado un total de 633 víctimas en la comunidad.
«Puede ser que no hayamos acertado en todo, reconocemos que ha habido errores, pero estoy segura de que también ha habido aciertos», ha indicado la consellera, quien ha destacado que el sistema sanitario de las Islas ha respondido con «eficacia y constancia» ante la pandemia.
Así, ha explicado que Baleares comienza a consolidar una «disminución notable» de contagios y en el conjunto de las Islas la incidencia acumulada es de 351 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días, es decir, la comunidad acumula 18 días de descenso. En Mallorca la incidencia es de 191 casos por 100.000 habitantes, en Menorca es de 243 casos, en Ibiza es de 1.310 y en Formentera de 511. De esta forma, Baleares se sitúa como una las comunidades con menor incidencia acumulada.
A pesar del descenso en los casos, Gómez ha alertado de que la presión hospitalaria ha aumentado y en estos momentos hay 318 pacientes COVID en planta y 119 en UCI. En este sentido, Gómez ha asegurado que Mallorca alcanzará probablemente el pico de hospitalizaciones de críticos esta semana. «No hay indicadores positivos en los hospitales», ha reconocido.
«Estamos muy pendientes de lo que ocurre en Ibiza, donde se han vivido momentos especialmente duros en las últimas semanas», ha expresado Gómez. Cabe recordar que varios pacientes COVID de la isla fueron trasladados al Hospital Son Espases debido a la presión hospitalaria.
No obstante, esta semana el Hospital de Son Espases ya presenta su plan de desescalada porque puede disponer de más camas de hospitalización, lo que implica recuperar la actividad ordinaria progresivamente, según Gómez. Además, el Hospital Son Llàtzer ya ha revertido una de las unidades COVID en unidad no COVID. «Es un proceso que se ha hecho durante toda la pandemia, en el momento en el que ha disminuido la presión asistencial se ha ido recuperando la actividad ordinaria», ha indicado.
LA CEPA BRITÁNICA Y LA DESESCALADA
Por otra parte, Gómez ha alertado de que la variante británica «va camino de representar el 25% de los nuevos casos», aunque ha asegurado que la comunidad cuenta con técnicas avanzadas para detectarla.
La consellera ha explicado que hay estudios que demuestran que esta cepa sería hasta un 70% más contagiosa, por lo que ha advertido que, aunque la incidencia vaya en retroceso, los casos podrían volver a aumentar y además ser más graves.
«La próxima desescalada debe de ser mas lenta y planificarse de manera escrupulosa», ha concluido.
300 POSITIVOS DETECTADOS EN LOS CONTROLES EN PUERTOS Y AEROPUERTOS
Asimismo, la consellera ha detallado que en los dispositivos de control en los puertos y aeropuertos se ha evitado el acceso de unas 300 personas positivas en COVID-19. Un centenar de estas fueron diagnosticadas en las pruebas realizadas en los laboratorios privados con convenio y otras 200 en los test de antígenos que se realizan en las instalaciones portuarias y aeroportuarias de cada isla.
Gómez también ha resaltado el trabajo de rastreo de los 421 efectivos con los que cuenta Baleares dedicados a esta labor: 291 sanitarios y 130 militares. Según Salud, esto significa que la comunidad tiene un rastreador por cada 2.800 habitantes. Gracias a estos, se han rastreado alrededor de 30.000 personas que han sido contactos estrechos de un caso positivo.
En cuanto a los cribados poblacionales, en el archipiélago ya se han realizado una veintena, que han permitido hacer pruebas a unas 60.000 personas y localizar un millar de casos positivos. Gómez ha explicado, además, que al margen de los cribados poblacionales también se han realizado de forma masiva a profesionales y usuarios de las residencias.