Profesionales de la psicología han asegurado que los recursos de salud mental que existían antes de la pandemia del covid eran insuficientes, lo que se ha visto agravado con la actual situación, por lo que han exigido más medios que permitan atajar el impacto que el virus tiene en la salud emocional.
Se trata de una realidad que perciben tanto en los servicios públicos, donde la espera para conseguir una cita asciende a entre 4 y 8 meses, como en los servicios privados, muchos de los cuales ya afirman estar «saturados», con «lista de espera o agenda cerrada».
En esta línea, el Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia ha aseverado que la dotación de recursos humanos psicológicos en el Sergas «se encuentra por debajo de la media estatal y esta, a su vez, por debajo de la media europea». Además, el ratio de profesionales es de los más bajos de Europa, con 4 psicólogos por cada 100.000 habitantes.
«Nos encontramos con un sistema ya de por sí colapsado, que se ve obligado a disminuir o anular las consultas por esta situación y que, además, tiene que hacer frente a las nuevas situaciones y reacciones generadas por la situación del confinamiento y de la emergencia sanitaria en la que estamos», ha incidido.
Coincide con ello el psicólogo clínico del Sergas Víctor Torrado, quien ha trasladado que «los recursos de salud mental respecto a la psicología clínica casi no se han incrementado desde hace casi 20 años, y en los últimos 10 años han estado a cero, no se han aumentado las plazas».
En este sentido, el Colexio de Psicoloxía ha remarcado que, entre otras medidas, es necesario el refuerzo de los psicólogos clínicos en salud mental en el Sergas e instaurar la figura del profesional de la psicología clínica en los centros de atención primaria.
Además, ha considerado «imprescindible que el gobierno gallego incorpore profesionales de la psicología al Comité Clínico. «Cuidar de la salud salvará también la economía», ha sellado.
En este sentido, también la Xunta ha reconocido que el propio documento marco de la psicología en atención primaria señala que «la dotación de psicólogos clínicos en el ámbito de atención primaria en España es mínima».
Ante estas circunstancias, la Administración autonómica ha recordado que en junio de 2020 se aprobó el ‘Plan de Saúde Mental de Galicia’, por el que en el periodo 2020-2024 se invertirán 83 millones de euros para incorporar 241 nuevos trabajadores, de los que 45 serán profesionales de la psicología clínica.
De igual forma, ha indicado que a raíz del covid-19 los dispositivos sanitarios de atención a la salud mental del Sergas pusieron en marcha un programa de atención psicológica a los profesionales sanitarios, elaboraron una guía de recomendaciones para atención al duelo y se crearon contenidos informativos para disminuir el impacto psicológico del confinamiento.
Además, se dio apoyo a programas de intervención comunitaria en salud mental y se llevó a cabo una convocatoria extraordinaria de ayudas -por valor de más de 765.000 euros– dirigidas a la realización de programas de interés social en el ámbito de la salud mental y las adicciones para minimizar el impacto del covid-19 en la salud mental de la población gallega.
Queda patente, por tanto, la relevancia de atender la salud mental, un marco en el que se hace necesario conocer cómo impacta a la población la situación generada por la pandemia de covid-19.
A este respecto, los expertos apuntan que hay sintomatologías muy diferentes según las personas, si bien coinciden en que la mayoría de ellas están relacionadas con la ansiedad (angustia, malestar generalizado, crisis de ansiedad y miedo) y el estrés.
Víctor Torrado ha considerado que el impacto del covid se produce de manera amplia, por las diferentes sintomatologías detectadas; heterogénea, porque no afecta de manera igual a todas las personas; y posiblemente duradera, al menos en algunos casos.
En esta línea, ha apuntado que uno de los grupos más vulnerables es el de los sanitarios, de los que ha dicho que «están haciendo frente a la situación con los medios que tienen a su disposición, pero no hay ningún programa específico que les permita recurrir, si es que lo necesitan, a recursos de afrontamiento psicológico».
Así las cosas, los expertos están detectando en la población en general reacciones como tristeza, irritabilidad, desencanto, fatiga emocional y física; además de alteraciones de los patrones del sueño y de la alimentación y afectación a la esfera cognitiva y a la concentración.
La psicóloga sanitaria Alejandra Sierra reconoce en los pacientes una «doble frustración», ante las limitaciones del presente y la incertidumbre del futuro; así como más cansancio general, insomnio, pesadillas, y más «hambre de comida emocional», aquellas que se busca que traigan alguna emoción.
Ante estos hechos, anima a ir al psicólogo a aquellas personas que noten que no son capaces de concentrarse, les cueste ser ellos mismos en sus relaciones, o se encuentren más cansados e irritados. El objetivo, explica Sierra, es «conseguir habilidades de afrontamiento» antes de que la sintomatología «se haya asentado».
En este sentido, la psicóloga y coordinadora del programa de Autocoidado del Colexio Oficial de Psicoloxía de Galicia, Fátima López, ha avisado de que la situación generada por el covid-19 puede generar efectos a largo plazo en aquellos casos en los que una reacción se pueda convertir en un síntoma y éste derivar en un estado emocional.
Ante esto, ha recordado que el Colexio ha puesto en marcha un programa de Autocoidado cuyo objetivo es ofrecer un banco de recursos permanente que se irá ampliando a lo largo del tiempo; así como servir de plataforma de aciones concretas dirigidas a conservar la salud emocional de la población.
«La infancia y la adolescencia constituyen una de las poblaciones más vulnerables por el impacto psicológico de esta pandemia», afirma categóricamente el Colexio de Psicoloxía, que lo explica en que el cerebro de los menores «se encuentra en fase de desarrollo y cualquier evento estresante que no sea adecuadamente procesado puede afectar a habilidades, destrezas o funciones a largo plazo, incluso en la edad adulta».
La Xunta ha convenido que la infancia es «uno de los sectores poblacionales que merece especial atención», un marco en el que el pasado mes de junio actualizó la Guía de Salud Infantil, en la que se actualizan protocolos de intervención en el ámbito de la atención primaria sobre diagnóstico precoz y manejo de diferentes trastornos.
El vicedecano del Colexio y psicólogo educativo en el Instituto Álvaro Cunqueiro de Vigo, Hipólito Puente, ha comentado que todavía es pronto para saber las secuelas que pueden quedar en los menores a nivel emocional, social y psicológico.
Como ejemplo, ha indicado que en una encuesta realizada en el colegio en el que trabaja, más del 50 por ciento del alumnado manifestó sentirse triste, enfadado, sin ganas de salir, con problemas de sueño o nuevos dolores a raíz del covid-19; además, algunos de ellos declararon tener varios de estos síntomas.
En este ámbito, ha incidido en la necesidad de implementar «apoyo y medidas para atender las necesidades emocionales del alumnado», unas necesidades que ha dicho que ya existían antes, pero que ahora se exacerban. Así, ha reclamado «al menos un psicólogo educativo en cada centro de educación primaria, infantil y secundaria, además del orientador».