Algunas de las últimas decisiones tomadas por el ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico (MITECO) que dirige Teresa Ribera no han sentado bien a determinados sectores. Particularmente, los pescadores no dan crédito después de que desde su cartera nieguen la venta de unas 90 toneladas de marrajo, una especie de tiburón, debido a que se ha rebasado el límite de captura, pese a que eso suponga el desperdicio de esta enorme cantidad de alimento que ya ha sido pescado.
Aunque, en realidad, no es Teresa Ribera la que ha causado este embrollo. De hecho, ha sido un funcionario de perfil más bajo el que se ha esforzado para que el Gobierno de luz roja a la venta de esta mercancía. Se trata de Luis Mariano González, jefe del Área de Acciones de Conservación de la Subdirección General de Biodiversidad Terrestre y Marina en el ministerio.
Según fuentes consultadas por MONCLOA.com, ha sido Mariano González el que se ha negado a expedir el certificado CITES, un sello exigido internacionalmente para la venta de especies marinas protegidas. Aunque la parte administrativa de este certificado corresponde al ministerio de Industria, el CITES requiere previamente de una autorización científica que sí vendría proporcionada por el MITECO que dirige Ribera.
En este contexto, los pescadores lamentan que unas noventa toneladas de marrajo dientuso capturado en 2019 sigue inaprovechado, en congeladores o en los propios barcos, y que de continuar en la misma línea, habrá que terminar simplemente destruyendo.
El marrajo, que proviene de la familia del tiburón blanco, es un animal bastante más pequeño que el mencionado, pero aun así potente y con capacidad de ser peligroso. Dada la decisión del ministerio, una gran cantidad de valiosa carne podría desperdiciarse.
UN PESCADO QUE NO TENDRÍA QUE HABER SALIDO DEL MAR
Pero lo cierto es que, pese al gran descontento de los pescadores, la decisión del Gobierno no viene sin respaldo: en 2020 el Foro Mundial para la Naturaleza remitió una carta al ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas, en la que exigía información acerca de la situación de la pesca de este animal en España. Nuestro país es uno de los que más captura este pescado, afincándose la mitad en el Atlántico Norte.
Una especie que está considerada como amenazada e incluso en «peligro de extinción», ya que en el año 2019 el marrajo pasó a formar parte del Anexo II del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), y es nombrado también en la Lista Roja de animales en peligro de extinción de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Por esta situación, el MITECO impuso un límite de captura de 350 toneladas de este pescado para el pasado año. Finalmente, ese límite se ha traspasado, lo que conlleva el desagrado de los pescadores por tener inmensas cantidades de marrajo en congeladores, y la difícil posición del Gobierno.
El responsable marino del programa marino de WWF España (World Wildlife Fund for Nature), José Luis García Varas, dijo sobre el asunto: «Si se confirma que la flota española ha capturado más de lo estipulado, sería gravísimo. En ningún caso, se deberían otorgar certificados CITES a esta sobrepesca. La flota española es la primera responsable de la situación crítica de esta especie de tiburón. Esta es una de las flotas que más marrajo captura, por lo que debe poner todos los medios necesarios para salvarlo», recoge Cambio16.
Se trata de una especie que se reproduce muy lentamente y es muy vulnerable a la pesca, según WWF.