La Guardia Civil y la Policía Nacional, en la operación ‘Candil-Fuagras’, han desmantelado en Melilla una organización delictiva dedicada al tráfico de hachís y de migrantes. En total, se ha detenido a ocho personas e investigado a otras dos, con un amplio historial delictivo, por los presuntos delitos de organización criminal, contra la salud pública y contra los derechos de los ciudadanos extranjeros.
Según explican ambos cuerpos en una nota de prensa, la investigación se inició el pasado mes de septiembre, cuando se detectó la existencia de un grupo organizado dedicado al transporte de sustancias estupefacientes desde Melilla a la penísula, bien directamente con embarcaciones de alta velocidad, o a través del método de ‘salto’ o transbordo en alta mar entre embarcaciones.
La droga que transportaban hasta la península, las realizaban con embarcaciones recreativas, que adquiría el líder de la organización en Marruecos. Una vez alijada la droga en alguna playa cercana al cabo de Tres Forcas (Marruecos), otos miembros de la red se encargaban de transportarla hasta las costas andaluzas. También se utilizaba el ‘salto’.
TRÁFICO ILEGAL DE MIGRANTES
En paralelo, el grupo también se dedicaba al transporte de migrantes a la península, lo que les reportaba un alto beneficio económico, ya que les cobraban 2.000 euros a cada uno de ellos por subirse a la embarcación y hacer la travesía.
Tras la captación de los migrantes y previo el pago realizado, la organización establecía un dispositivo de seguridad, con el objetivo de controlar los movimientos de las patrullas de Guardia Civil y otros cuerpos.
De esta forma, una vez asegurada la operación, el jefe del dispositivo daba el visto bueno para realizar la acción con la seguridad de no ser sorprendidos. Para ello, acercaban una embarcación deportiva a la playa de la ‘Ensenada de los Galápagos’ de Melilla, donde otro miembro de la red esperaba oculto con los migrantes para subirlos a la embarcación y emprender la travesía rumbo a la península.
Se han practicado tres registros domiciliarios en los que se han incautado 335 kilos de hachís, y se han intervenido 3 embarcaciones deportivas, 17 vehículos, 7 teléfonos móviles de diverso material electrónico de última generación y numerosa documentación de interés.