La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha conseguido a golpe de proyecto recrudecer la relación entre Unidas Podemos y el PSOE. Si el trato entre ambas formaciones ya era tenso antes del anteproyecto de la ley trans de Montero, ahora el feminismo se ha convertido en un problema que no ha hecho más que amenazar las costuras del Gobierno de coalición. La vicepresidenta primera del Ejecutivo, Carmen Calvo, ha criticado la nueva ley trans de Montero al considerar que pone en riesgo los criterios de identidad de los españoles y ha dejado entrever que la postura feminista del PSOE nada tiene que ver con la que vende Unidas Podemos. Esto es solo la punta del iceberg, puesto que hay muchas voces dentro del Ejecutivo que apuestan porque habrá una crisis de Gobierno más pronto que tarde.
“A mí me preocupa fundamentalmente la idea de pensar que el género se elige sin más que la mera voluntad o el deseo, poniendo en riesgo, evidentemente, los criterios de identidad del resto de los 47 millones de españoles. Eso tendrá que tener unas garantías, una estabilidad y unos criterios, como tiene el Derecho, en términos de seguridad en otros países”, ha afirmado este jueves Calvo durante una entrevista en la cadena SER. La ley trans de Montero es un proyecto ambicioso que prevé que los jóvenes de 16 años puedan hormonarse y cambiar de sexo a costa de la Seguridad Social sin el consentimiento de los padres, algo que ha despertado más críticas que elogios en según qué sectores.
Son muchas las reacciones que ha habido con respecto a la ley trans de Montero. El borrador, al que tuvo acceso MONCLOA.com en diciembre de 2020, trata temas tan complejos como la posibilidad de dar hormonas a los menores de 16 años sin consentimiento paterno, reservar plazas en la administración pública a los transexuales solo por el hecho de serlo o incluso que todos los tratamientos sean sufragados por la Seguridad Social. Algunos la aplauden, pero otros la critican. Y pese a que la noticia ha cogido fuerza ahora pese a que se publicara en este medio de comunucación hace meses, las reacciones han enfadado incluso al portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique. “Esto es sin duda sorprendente y nos lleva a preguntarnos si este debate no tiene que ver con que Unidas Podemos esté en el Gobierno y, en concreto, en el Ministerio de Igualdad”, se ha preguntado el dirigente de la formación morada.
Muy probablemente, este nuevo proyecto de ley de Montero no salga adelante dado que no contará con el apoyo del PSOE, imprescindible para sacarlo adelante. Este fracaso de Unidas Podemos se dará de nuevo de frente contra un partido que quiere librarse del yugo de la formación morada cuanto antes. Con los Presupuestos funcionando y las elecciones catalanas superadas, habrá que ver cómo evolucionan los acontecimientos. Pero todo apunta a que, tal y como aseguran fuentes del Ejecutivo, el PSOE está como loco por dar la patada a su socio a través de una crisis de Gobierno y seguir en solitario hasta 2023 llegando a pactos puntuales con los demás partidos (como ha hecho incluso con Vox) y prorrogando las cuentas aprobadas a principios de enero.
Respecto a esta nueva batalla de la ley trans, Podemos ha movilizado a sus asociaciones afines para machacar mediáticamente a Calvo, pero de poco servirá si quieren contar con el apoyo del PSOE para aprobar esta Ley. La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales (FELGTB) criticado duramente las “palabras desafortunadas” de la vicepresidenta primera del Gobierno y ha asegurado que “la identidad de género no se elige sin más, no es un capricho, no es voluntad, ni es deseo. Las personas trans somos trans”, ha comentado la presidenta de la asociación, Uge Sangil.
LAS CLAVES DE LA LEY TRANS
La ley trans de la ministra de Igualdad, Irene Montero, se abre a asuntos muy polémicos que traerán cola y quejas. Una de las cuestiones clave es que si un menor de edad siente que sus padres no respetan su identidad sexual (no especifican la edad, por lo que se entiende que con el mero hecho de tener menos de 18 años es suficiente) puede recurrir al Estado para que intermedie en la situación. El problema es que si la administración entiende que los padres no respetan la identidad sexual de su hijo, directamente le pueden quitar la custodia. Algo que no todos entienden en el Congreso y que abre una puerta peligrosa.
El artículo 6 de la ley de Montero es contundente. En su apartado segundo, se especifica que “las personas menores de dieciocho años incluidas en el ámbito de aplicación de la presente Ley tienen derecho a recibir de los poderes públicos del Estado y las Comunidades Autónomas, en el marco de sus respectivas competencias, la protección y atención necesarias para promover su desarrollo integral, así como el ejercicio pleno del derecho a la libre autodeterminación de la identidad sexual y expresión de género. La negativa a respetar la identidad sexual o de género de una persona menor de dieciocho años por parte de las personas que ostenten la patria potestad o la tutela legal, será considerada situación de riesgo”.
Montero prevé también reservar plazas públicas en la administración a todo opositor que sea transexual solo por el hecho de serlo. Esto no ha sentado bien entre la oposición, a falta de sondear a quienes llevan años estudiando para obtener una plaza pública siendo solo un número a ojos de la administración. Sin embargo, en esta ley, los transexuales tendrán preferencia respecto a los demás. También en el sector privado.
En este paquete bestial de medidas que ha presentado Montero también se busca su inserción laboral inmediata con una serie de beneficios fiscales y directos en caso de que se trate de plazas públicas en la administración. Tendrán más facilidades por el mero hecho de ser transexuales. Sin más.