Muchos sectores ecologistas y algunos partidos políticos se hacen una recurrente pregunta: ¿por qué Ecoembes tiene el monopolio del reciclaje en España si las cifras de envases recuperados son, cuanto menos, bajas? Unidas Podemos, Greenpeace, así como algunos expertos como Alberto Vizcaíno, autor de Contenedor Amarillo S.A., coinciden en el diagnóstico. La capacidad de influencia de Ecoembes, un conglomerado de las principales empresas envasadoras, es considerable y su relación con algunos partidos políticos, como el PSOE, hacen que desde el Ministerio de Transición Ecológica se pongan trabas a la hora de introducir en España nuevos sistemas de reciclaje que son efectivos en Europa. Teresa Ribera, la ministra del Miteco, es la primera que se ha prestado a presentar actos patrocinados por Ecoembes. Pero es que en el propio conglomerado de empresas envasadoras hay dirigentes que tuvieron un pasado muy relacionado con el PSOE.
Es vox pópuli que Teresa Ribera tiene una intensa relación con Ecoembes, así como algún que otro familiar que trabaja directamente para este conglomerado de empresas. Fuentes del Gobierno apuntan a que la ministra sí que comulga con quienes critican que esta sociedad anónima sin ánimo de lucro gestione el reciclaje en España, pero que «no se atreve» a introducir nuevos sistemas para facilitar la economía circular por miedo a las «presiones» que pueda ejercer Ecoembes. Aún así, esto no le ha impedido a Ribera abrir actos como el llamado “Informe sobre sostenibilidad en España 2020″ (del que luego huyó como de la peste) o preparar una Ley de Residuos y Suelos Contaminados que apenas tocará los intereses de Ecoembes.
Si se bucea un poco más en el cuerpo directivo de Ecoembes, la cosa va a más. Sino que se lo pregunten a Roberto Ruiz Robles, quien actualmente trabaja en el área de relaciones institucionales de la sociedad que gestiona el reciclaje en España y que desde 2017 fue miembro de un consejo creado por el PSOE llamado Consejo Asesor Para la Transición Ecológica de la Economía (CAPTE). Algo que puede parecer normal, pero no lo es si se tiene en cuenta que en el equipo de Ecoembes hay más trabajadores que han estado relacionados con el Gobierno y con el PSOE.
Otro de los trabajadores de esta sociedad anónima sin ánimo de lucro fue asesor técnico del secretario de Estado para la UE (dependiente del Ministerio de Asuntos Exteriores) durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, concretamente entre 2009 y 2012. Se trata de Álvaro Otero Cavero, quien actualmente es coordinador de asuntos corporativos de Ecoembes. Comunicación corporativa, gestión de crisis y relaciones internacionales», es su lema.
Otros no necesariamente mantienen una relación directa con el PSOE, pero sí con el Gobierno en alguna de sus ramificaciones. Este es el caso de Silvia López Alcañiz, actual especialista de Comunicación Corporativa en Ecoembes que trabajó durante 2014 y 2015 en el área de comunicación institucional del Senado. «Comunicación Interna y Externa, Notas de Prensa, Comunicación Institucional, Relación con Medios», describe López. Solo el hecho de haber pasado por las instituciones públicas parece ser un activo atractivo para Ecoembes, pues incluso el haber pasado como becaria por el Gobierno, como es el caso de Marta Aguilar, coordinadora de marketing y publicidad en Proyecto LIBERA / Ecoembes, que sus primeros pasos laborales los dio por el Ministerio de la Presidencia.
Y si no es el PSOE, es con otro partido. Este es el caso del coordinador de relaciones institucionales en Ecoembes, Miguel Carpintero del Barrio, un profesional que ha dedicado unos años para asesorar a Ciudadanos como asistente técnico parlamentario entre 2016 y 2019. Antes de esto, Carpintero también estuvo mezclado con UPyD, donde ejerció también como asistente técnico parlamentario entre 2014 y 2016. Después de su experiencia, Ecoembes decidió ficharle y ponerle al frente de las relaciones institucionales de la sociedad anónima sin ánimo de lucro.
EL «RECICLAJE» DE ECOEMBES
Son muchos los grupos ecologistas que se han propuesto tumbar el monopolio de Ecoembes. Un informe de Greenpeace asegura que en España solo se recuperan el 30% de los envases. La economía circular en nuestro país tiene mucho trabajo por delante y, aún así, el Ministerio de Transición Ecológica no da paso a nuevos sistemas de reciclaje, como el de devolución, depósito y retorno (SDDR) que ya funciona en muchos países de la UE. Al mismo tiempo, el Gobierno consiente que Ecoembes tenga acceso a ayudas europeas y estatales para financiar nuevos sistemas de reciclaje que ayuden a subir ese lamentable porcentaje que arroja Greenpeace.
El presidente de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, acaba de aprobar una ley por la cual se permitirá a Ecoembes aplicar nuevos sistemas de reciclaje en la región pagados con dinero público. El problema de esto, según los expertos medioambientales consultados por MONCLOA.com, es que Ecoembes tiene la «obligación» de reciclar el 100% de los residuos plásticos que genera, una cifra que no cumple. Además, con esta permisividad de los gobiernos autonómicos, Ecoembes podrá mantener el control férreo sobre el reciclaje.
EL MILAGRO DE LOS PANES
Ecoembes tiene un curioso criterio para “compensar” a quienes realmente gestionan los residuos reciclables en España. En el caso de los contenedores de papel y cartón (el azul de toda la vida), esta sociedad anónima sin ánimo de lucro se basa en un informe para pagar como compensación tan solo el 40% (como máximo) del peso del contenedor. Lo divertido de esta situación es que esos estudios apoyan directamente la conveniente teoría de que en un contenedor azul tan solo es reciclable, como máximo, el 40% del total. El 60% restante (en el mejor de los casos) está compuesto, bajo su punto de vista, de revistas u otros residuos que no son reutilizables. Por este motivo, Ecoembes no paga por ellos. Quien sí lo hace son los propios españoles con sus impuestos, que se tienen que hacer cargo de la gestión de los residuos sobrantes de este contenedor.
Para conocer por qué ocurre esto, hay que saber que Ecoembes paga a quienes realmente gestionan la totalidad de los residuos en cada provincia por gestionar (y presuntamente reciclar) los residuos que ellos mismos generan, ya que es una obligación legal que tienen. Sin embargo, los convenios que firman con las administraciones provinciales no son especialmente beneficiosos para todos los españoles, tal y como ha podido comprobar MONCLOA.com analizando el propio contrato «propuesto» (o impuesto, según fuentes consultadas) por Ecoembes.