El té verde es una infusión milenaria muy popular en algunas regiones del mundo como Asia y Oriente Próximo, así como en el norte de África. Aquí su consumo no es tan frecuente y sin embargo hay muchos motivos para incluirlo entre nuestras bebidas habituales. Los científicos llevan años investigado los beneficios que aporta el té verde a la salud y una de las conclusiones extraídas es que su consumo está relacionado con un menor riesgo de muerte por diabetes.
Los estudios han conseguido demostrar que tomar esta bebida a diario, puede mejorar la sensibilidad a la insulina y el control de la glucosa, lo que significa que el té verde puede ayudar a prevenir la diabetes. Pero más recientemente se ha concluido también puede beneficiar a las personas que ya han sido diagnosticadas con diabetes tipo 2. Esta investigación fue llevada a cabo pro investigadores japoneses y se publicó en la revista científica ‘BM J Open Diabetes Research & Care’.
Para ello, el equipo utilizó datos del del Registro de Diabetes de Fukuoka, un estudio que se está realizando con el objetivo de evaluar cómo impacta el estilo de vida y la medicación en el desarrollo de la diabetes. Se utilizó la información de 4.923 participantes, todos ellos con diabetes tipo 2, con edades superiores a los 20, siendo el promedio de edad los 66 años. Los sujetos del estudio proporcionaron información muy completa sobre su salud y sus hábitos de vida, como frecuencia de ejercicio físico, consumo de alcohol, tabaquismo, calidad del sueño, condiciones de salud, presión arterial, índice de masa corporal o síntomas de depresión. También se reflejaron datos minuciosos sobre la dieta de los participantes.
UN 63% MENOS DE RIESGO DE MUERTE
A continuación se realizó un seguimiento de todos los participantes durante una media de 5,3 años y en este tiempo fallecieron 309 personas. Tras analizar los datos, los investigadores llegaron a la conclusión de que aquellos que tomaba cuatro o más tazas de té verde al día, presentaban un 63% menos de riesgo de muerte. Las personas que padecen este tipo de diabetes tienen una mayor propensión a padecer enfermedades como cáncer, fracturas de huesos, demencia o enfermedades circulatorias. Aunque existen medicina específica para tratar esta enfermedad, se ha demostrado que modificar los hábitos de vida da mejores resultados.
El café también aporta beneficios muy similares al té verde y actúa reduciendo el riesgo de diabetes, sin embargo el té verde tiene un menor efecto excitante, por lo que puede ser más apropiado para personas con poca tolerancia a la cafeína. Aunque lo ideal, según los expertos es combinar ambas bebidas, especialmente las personas que padecen diabetes.
Otro punto a favor es que, tanto el té como el café, tienen propiedades antioxidantes que protegen el organismo de los radicales libres y retrasan el envejecimiento. El consumo de té verde, por otra parte, también se asocia con la reducción en un 36% de contraer una enfermedad cardiaca y su acción antioxidante puede prevenir distintos tipos de cáncer. Eso sí, es fundamental entender que debe ser un complemento a una vida saludable, con unos buenos hábitos de alimentación y actividad física regular.