El vicepresidente del Gobierno y líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, se ha venido arriba. El Tribunal Supremo ha devuelto al magistrado Manuel García-Castellón la investigación sobre si el político cometió o no los delitos de revelación de secretos, daños informáticos y simulación de delito, algo que, sin denuncia, complica la imputación de Iglesias gracias a que su exasesora Dina Bousselham no presentará acciones legales. Aún así, la formación morada ha dado la orden interna de pasar al ataque en este asunto y golpear tanto a las principales cabeceras de los periódicos como a periodistas con nombre y apellido. Iglesias se ha librado porque la exasesora a la que ha puesto de directora de un periódico y con quien mantuvo una relación estrecha ha decidido no denunciarle. Pero la imagen que quieren dar es de victoria, a pesar de que, primero, el juez García-Castellón considera que hay indicios de sobra para imputarle y, segundo, de que no se ha demostrado si cometió o no los delitos porque no hay denuncia previa. Así que, a la carga.
Podemos ha amanecido con las portadas de todos los periódicos con mayor tirada recogidas en un tuit. En un mensaje oficial desde la formación, el partido ha decidido comparar las portadas de los principales medios de comunicación en papel (que se hicieron eco de la petición por parte del juez García-Castellón al Tribunal Supremo en la que solicitaba la imputación del vicepresidente del Gobierno) con las portadas de hoy. La posible imputación ocupó entonces un gran espacio en los medios, pero cuando el Supremo ha devuelto la investigación a la Audiencia Nacional el espacio dedicado era menor, algo que ha indignado profundamente a las filas de la formación morada. Tanto, que han acusado directamente a la prensa de sobredimensionar algunas noticias y empequeñecer otras. Algo que responde a la acusación que deslizan dirigentes de Podemos de que los periódicos más potentes quieren, en el fondo, que el vicepresidente segundo del Ejecutivo acabe imputado.
Cuando se abre // Cuando se archiva pic.twitter.com/RTqbGdmuGB
— Pablo Iglesias 🔻 (@PabloIglesias) January 28, 2021
El problema es que, una vez más, Podemos se ha lanzado al cuerpo a cuerpo contra los periodistas con nombre y apellidos. No han reflexionado sobre que nadie ha librado a Iglesias de la imputación, sino que se ha devuelto la investigación a García-Castellón y se ha recordado que, para imputar al vicepresidente, las partes afectadas, es decir, Bousselham, tendrían que presentar una denuncia, pues el juez no puede actuar de oficio sin que exista previamente una demanda. Lo que sí han hecho desde el partido es pasar a la ofensiva y, dando por hecho que se han librado, atacar a los medios de comunicación y dejar entrever que sufren algún tipo de persecución por parte de los poderes fácticos del país.
“Tras el varapalo del Supremo al juez que se inventó el «caso Dina», Irene Montero ha recordado en TVE al director adjunto de El Mundo que la policía sitúa a uno de sus «periodistas» como socio de las cloacas. Manso lo negó. Ha borrado todos sus tuits anteriores al 17 de enero”, ha comentado el portavoz de Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, Pablo Echenique. Esto es solo una muestra de lo que han publicado dirigentes de la formación morada. Nadie ha perdido su ticket para dar un golpe a la prensa por el comunicado del Tribunal Supremo y, sobretodo, por la decisión de no abrir a cuatro columnas con un gesto que no libra completamente a Iglesias de ser investigado, sino más bien le hace depender directamente de Bousselham.
Ya no es lawfare, un concepto que Podemos saca a relucir cada vez que la Justicia toma una decisión que no le acaba de convencer y que recuerda (en base a lo ocurrido en Brasil con el expresidente latinoamericano Lula da Silva) que los jueces tienen un afán persecutorio contra Unidas Podemos exclusivamente por motivos políticos. Ahora, el nuevo concepto, aún por acuñar, hace referencia a que los medios de comunicación utilizan su poder mediático para socavar el partido y a su líder. O al menos es lo que llevan gritando desde la formación morada desde el primer minuto en que el Tribunal Supremo comunicó su decisión.
También el periódico de Dina Bousselham ha dedicado una portada a un periodista de El Mundo en el que le ataca directamente y le acusa de mentir. Sin filtros de ninguna clase. Se trata del director adjunto de El Mundo Joaquín Manso, a quien Podemos ha decidido ponerle en el punto de mira con esto. Puede que mañana le toque a otro.