Pablo Casado piensa estos días en Mariano Rajoy. Y es que su antecesor al frente del Partido Popular, antes de alcanzar La Moncloa a finales de 2011, protagonizó algunas batallas internas contra dirigentes de su partido que disponían de poder y presupuesto, Esperanza Aguirre especialmente.
Y ese mismo contraste, poder en el PP y debilidad por carecer de presupuesto a repartir, tiene Casado. El palentino ha hecho demostraciones de fuerza ante barones como Alfonso Alonso, decapitado en Euskadi por no aceptar pacto autonómico con Ciudadanos.
Pero Casado también ha dejado que le doblen el brazo: Núñez Feijóo se negó a pactar con Ciudadanos y no tuvo ninguna reprimenda desde Génova 13. Y Juanma Moreno también ha logrado imponer algunas decisiones respecto al presidente del PP nacional.
Feijóo y Moreno, reyes del norte y sur, también consiguieron que Casado aceptase que en centro estaba la virtud. Y el líder de la oposición a nivel estatal acabó tragando con la batalla de sus barones contra Cayetana Álvarez de Toledo, que acabó cayendo por sus posiciones más cercanas a Vox que al PP tradicional.
BATALLA EN CASTILLA Y LEÓN
Génova 13 decidió el pasado verano relevar como gerente del PP de Castilla y León al soriano Pedro Viñarás, que cumplía 65 años y parecía verse obligado a dejar la política tras más de tres décadas controlando las cuentas populares en la región más extensa de Europa.
Pero Alfonso Fernández Mañueco, molesto por la jubilación forzada a Viñarás (que cobró más de 70.000 euros de indemnización), tuteló el fichaje del soriano como asesor parlamentario del PP en las Cortes de Castilla y León con un sueldo superior a 5.000 euros mensuales.
Este hecho destató la tormenta en Génova 13, que a través del Comité Nacional de Derechos y Garantías abrió un expediente por el fichaje. Pero esta polémica no amilanó a Mañueco, que fue rotundo: «Quiero a Viñarás a mi lado».
El PP dictaminará si Mañueco ha incurrido en «desobediencia a las instrucciones o directrices que emanen de los órganos de gobierno y representación del partido siempre que sean acordes a los Estatutos».
MAÑUECO NO SE CORTA
Mañueco afirma que Viñarás ha tenido en su trayectoria «un comportamiento y una ética intachables» y asegura que lleva «a sus espaldas el mayor número de victorias por mayoría absoluta del Partido Popular y me atrevo a decir que de cualquier partido de este país».
«Desde la capacidad de poder tomar una decisión de estas características, considero que Pedro Viñarás es una persona que debe estar a mi lado. Es una de las personas con las que hablo habitualmente como hago con otras personas», afirma el barón.
Viñarás, que fue clave en que Mañueco se convirtiese en el sucesor de Juan Vicente Herrera, se ha convertido en elemento de discordia entre el PP estatal y el PP autonómico unos meses antes de que se celebren varios congresos regionales.
CASADO QUIERE CONTROLAR EL PP DE CASTILLA Y LEÓN
En los congresos será clave Viñarás, que no se corta: «Soy el que más veces ha ganado unas elecciones con mayoría absoluta en este país, y eso es indiscutible. ¿Que Génova no me quiere?, bueno, estoy dolido, pero sigo trabajando para el partido, sigo ayudando a Alfonso».
Y Mañueco sigue estupefacto porque Pablo Casado, sin siquiera consultarle, colocó como nuevo gerente a un amigo personal suyo: Borja García Carvajal. Es evidente que Casado, palentino, cree que el PP de Castilla y León ‘le pertenece’.
Es por ello que el líder de la oposición impuso que el vasco Javier Maroto fuese el senador por designación autonómica de Castilla y León o que Ignacio Cosidó, exdirector de la Policía Nacional, se convirtiese en asesor de la Junta.