El exceso de sal en nuestras comidas es uno de los principales causantes de hipertensión. La presión alta aumenta el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares o de sufrir un accidente cerebrovascular. Es por ello que resulta fundamental disminuir la ingesta de sodio. Es cierto que la sal en un ingrediente que no puede faltar en la cocina pero en muchos casos la utilizamos más de la cuenta. No obstante, existen formas de sazonar menos nuestros platos pero sin que pierdan el sabor. A continuación te brindaremos algunos trucos para que implementes a diario en tu cocina. Poniéndolos en práctica lograrás que tus comidas queden igual de deliciosas pero mucho más saludables. Reduciendo la cantidad de sal en tus platos te ayudarás a ti mismo y también a tus seres queridos.
4No pongas el salero en la mesa
Por más sencillo que parezca, este simple hábito puede ayudarnos a disminuir considerablemente la cantidad de sodio que ingerimos. A menudo echamos sal a la comida sin siquiera probarla. A veces es un simple acto reflejo. La solución para evitar esta mala costumbre es no poner el salero en la mesa. Sazona al cocinar y prueba la comida antes de servir. Esa es la manera perfecta para que no les falte ni les sobre sal a nuestros platos. Si estás en un restaurante y el salero está en la mesa (algo cada vez menos habitual) pide al camarero que lo retire para evitar la tentación.