Mientras un gran sector de la población vive preocupada por contar calorías, controlar su alimentación, bajar o mantener su talla y moldear la silueta con rutinas fitness diarias, otros encuentra un enorme placer en comer y observar como su cuerpo engorda. Es algo que va más allá del movimiento ‘body positive’, como aseguran los usuarios del blog ‘Bigger Fatter’. No solo se rebelan contra lo que la sociedad quiere promover (una dieta más o menos controlada, y unos hábitos para un peso adecuado), sino que se dejan llevar su gusto por comer sin límites, liberándose de excusas para justificar su sobrepeso o su obesidad.
5UN COMPONENTE DE DOMINANCIA Y HUMILLACIÓN

Los psicólogos que han estudiado el fenómeno del ‘feederism’ también señalan el factor humillación presente en muchas de estas relaciones. La alimentación, basada casi siempre en comida basura, provoca rápidamente un sobrepeso tóxico en el feedee, cuyo cuerpo se va deteriorando ante la mirada satisfecha del feedee. Cuando el comportamiento prosigue en el tiempo aparecen las dificultades para valerse por sí misma en la persona obesa, que en ocasiones, llegan a engordar tanto que se convierten en dependientes absolutas de su pareja para las actividades del día a día.