Los alcaldes de los municipios cordobeses de Alcaracejos, José Luis Cabrera (PSOE), y de El Guijo, Jesús Fernández, de Ciudadanos Demócratas e Independientes (CDEI), han reconocido este lunes que, al igual que hizo la alcaldesa de Torrecampo, Francisca Alamillo (PSOE), se han vacunado contra el Covid-19, asegurando en ambos casos que lo hicieron con dosis sobrantes que se iban a desechar, tras ser vacunados primero los residentes y trabajadores de las residencias de dichas localidades.
En el caso concreto del alcalde de Alcaracejos, ha sido el propio José Luis Cabrera, en una misiva dirigida a sus vecinos, quien ha explicado que se puso la vacuna el pasado 31 de diciembre, a instancias del personal sanitario que había vacunado a los residentes y trabajadores de las residencias del municipio, tras informarle que habían «sobrado unas dosis» y que las que no se pusieran entonces «se desecharían».
A pesar de ello, Cabrera ha pedido «perdón» a sus vecinos, asegurando que «en ningún momento» ha «obrado con mala intención» y que no ha querido tampoco beneficiarse de su «condición de alcalde», al contrario, ya que fue «un miembro del equipo de vacunación» que acudió entonces a Alcaracejos el que le llamó pidiéndole que se vacunara, para evitar la pérdida de dosis sobrantes.
Además, según afirma el alcalde en su carta a los vecinos de Alcaracejos, ese mismo miembro del equipo de vacunación le instó a vacunarse, ante las reticencias que expresó Cabrera, con el argumento de que debía ponerse la vacuna, para que no diera la impresión de que no confiaba en su eficacia, dando así un mal ejemplo al resto de la población si no se la ponía y la dosis se perdía.
Por su parte, el alcalde de El Guijo, Jesús Fernández, ha confirmado, según publica ‘ABC Córdoba’ en su edición digital, que un equipo de cuatro enfermeras del Servicio Andaluz de Salud (SAS) le administraron la primera dosis contra el Covid-19 el pasado 14 de enero, en la Residencia de Mayores Santa Ana, que es de titularidad municipal y de la que Fernández es el presidente.
El alcalde de El Guijo, quien ha afirmado que es empleado de dicha residencia, ha asegurado que él no quería vacunarse, porque no cree en la vacuna, «pero sobraron unas dosis y las enfermeras me dijeron que si no me vacunaba yo las iban a tirar, así que dije que sí».