La Navidad es una época para estar con los nuestros. Los días de frío que la acompañan son perfectos, además, para disfrutar en la cocina. Teniendo esto en cuenta, una de las cosas que más nos gustan de estas fechas son los mantecados. Y, en especial, los de limón, que son de los más vendidos en todas las tiendas durante dicha época del año.
Sin embargo, pocas veces nos paramos a pensar en todos los ingredientes que tienen los productos que compramos. Aunque nos los intenten vender como caseros, seguro que tienen un sinfín de aditivos que no terminan de ser demasiado buenos para nuestra salud. En este caso, la mejor opción es ponernos manos a la obra y terminarlos haciendo en casa. ¡Y es que la receta es muy sencilla!
Si tú también quieres probar, descubre cómo hacer mantecados de limón saludables y sin colorantes ni conservantes.
4Últimos retoques
Proseguimos una vez tengamos la masa, ya sabemos que puede que resulte algo quebradiza, teniendo mucho cuidado a la hora de manipularla. Tendremos que extenderla para que nos quede con un grosor de unos dos o dos centímetros y medio. Más tarde, nos ayudaremos de un cortapastas para proseguir.
Con este debemos ir cortando la masa hasta terminar con la misma. Cuando ya no quede más que cortar, podemos volver a amasar, estirar y continuar cortando. De este modo, no desperdiciaremos nada del alimento. Una vez tengamos todo bien cortado, es el momento de hornear nuestros deliciosos mantecados.
Para ello, los podemos ir colocando en una bandeja cubierta de papel de horno y los introduciremos en el mismos durante unos treinta o treinta y cinco minutos a una temperatura de 180 grados. Debemos cuidar el resultado hasta que su superficie quede bien tostada. En ese momento, los sacamos y los dejamos enfriar. Cuando estén bien fríos, es el momento de decorarlos con azúcar glass, mejor que sea en buena cantidad. Después, podemos guardarlos en una bolsa o caja bien hermética para que no se ablanden.