El Gobierno valora positivamente la propuesta formulada por Grecia de un certificado de vacunación a nivel europeo que pueda facilitar la movilidad de quienes ya han recibido la vacuna contra la COVID-19 y la pone en línea con su propuesta en el seno de la OCDE de fijar unos criterios homogéneos que permitan garantizar los desplazamientos entre países.
El primer ministro griegeo, Kyariakos Mitsotakis, ha remitido una carta a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y al resto de líderes europeos en la que propone la adopción de un «certificado de vacunación» que pueda ser aceptado por todos los estados miembro.
En su misiva, Mitsotakis explica que en el caso de Grecia se han puesto en marcha «procedimientos para facilitar la libertad de movimiento de personas que han sido vacunadas contra la COVID-19» para lo cual habrá un «certificado estandarizado».
Aunque, según el primer ministro heleno, la vacunación no será obligaroria en el país ni estar vacunado será un requisito para poder viajar, «las personas que han sido vacunadas deberían ser libres» de hacerlo, ha defendido. Además, esto podría contribuir a animar a vacunarse y facilitar en última instancia la vuelta a la normalidad, ha sostenido.
Así las cosas, fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores han señalado este viernes que reciben «de manera muy positiva» la propuesta y han recordado que «España ha trabajado de forma proactiva para intentar facilitar el mayor movimiento posible dentro de criterios de seguridad santaria».
Por ello, el Gobierno no ve problemas en la propuesta si la comunidad sanitaria y científica considera que la movilidad de las personas que ya han sido vacunadas «no tiene una incidencia negativa» en los esfuerzos frente a la pandemia.
En este sentido, desde Exteriores sostienen que la iniciativa griega está en línea con la realizada por España en el seno de la OCDE que busca «establecer criterios universales, homogéneos y seguros para la movilidad internacional», claves no solo para la recuperación del turismo sino de otros sectores.
El objetivo es fijar un «marco de referencia» para todos los países, como puede ser la exigencia de pruebas diagnósticas, pero este sistema podría terminar recogiendo certificados de vacunación, así que podrían ir en la misma línea, han destacado.
La iniciativa, según las fuentes, ha generado «mucho interés» y se espera poder tener elaborada una «hoja de ruta» para el reconocimiento de pruebas diagnósticas o incluso de certificados de vacunación para finales de febrero o principios de marzo, «un calendario bastante acelerado» pero que obedece a la urgencia de la cuestión.
Por otra parte, a nivel europeo, desde Exteriores consideran que a priori no debería haber problemas en cuanto al reconocimiento de las vacunas suministradas, toda vez que la compra se ha hecho a nivel europeo y han sido aprobadas por la Agencia Europea del Medicamento (EMA), por lo que todos los países se rigen por los mismos criterios de vacunación.
A nivel internacional, debería haber un debate de «reconocimiento mutuo de vacunas» pero se trata de un problema técnico que debería poderse resolver, añaden.