El paracetamol es un analgésico y antipirético que se utiliza de forma habitual para poder hacer frente a episodios de fiebre y dolores varios, siendo uno de los productos habituales en los cajones de medicinas de los hogares. De hecho, a él se recurre en muchas ocasiones sin ser consciente de que puede no ser la opción más indicada para el problema a resolver.
Es uno de los medicamentos más cotidianos y se puede utilizar para diferentes fines, ya que no requiere de receta médica para su compra. A pesar de que en ocasiones puede ser de gran ayuda, hay ciertos casos en los que nunca deberías tomar un paracetamol. Te contamos cuales son.
1LAS PROPIEDADES DEL PARACETAMOL
El paracetamol es, al igual que otros medicamentos como el Ibuprofeno, un fármaco que cuenta con propiedades analgésicas y antipiréticas. Sin embargo, no tiene propiedades antiinflamatorias, lo que hace que en muchas ocasiones se haga uso del mismo de una manera incorrecta.
Este medicamento se utiliza principalmente para hacer frente a procesos febriles, así como a otros dolores de carácter leve o moderado. Por ejemplo, se puede utilizar para casos en los que se padecen dolores de cabeza, de muelas, de oídos, menstruales…; y también para casos de reuma, lumbago, ciática o tortícolis, entre otros.
Su consumo permite reducir la fiebre, por lo que incrementa el bienestar del paciente en aquellos casos en los que se padece de gripe o resfriado.