La temida tercera ola ha puesto en jaque los planes de vacunación del Ministerio de Sanidad y también de las distintas consejerías. Aunque el ritmo para poner la primera dosis de la vacuna se ha acelerado con los primeros datos de repunte de casos, los sanitarios advierten de que a este ritmo, sólo completar las fases 1 y 2 llevará cuatro meses. Los sindicatos de enfermeras ya han puesto sobre la mesa la disponibilidad de miles de profesionales para hacer horas extras -pagadas, por supuesto-, para llegar a mayor número de población a vacunar. Lo más extraño es que los políticos acusan la falta de medios humanos, pero tienen en su mano la Ley que recoge quiénes son los profesionales sanitarios que podrían vacunar con la adecuada formación.
Y es que si ahora, que son grupos contenidos y aún la población general no ha comenzado la vacunación, con estos recursos, ¿cuánto tiempo tardará la sociedad en estar protegida con la inmunidad de rebaño antes de completar la administración de la vacuna? Así, en La Rioja, por ejemplo, con uno de los ratios de vacunación más bajos, se ha dotado a las Consejerías de Salud y Servicios Sociales de todos los recursos humanos (y materiales) de entidades privadas y Mutuas de accidentes de trabajo. En dicho decreto se contempla incluso que el personal al servicio de las Administraciones Públicas puedan ser de apoyo.
3VETERINARIOS: UNA RECLAMACIÓN HISTÓRICA
El caso de los veterinarios es incluso más gravoso. La propia Administración, en todos sus estamentos, cuenta con inspectores veterinarios con la experiencia y la formación necesarias para investigar, controlar y evitar pandemias. Además, los veterinarios tienen una amplia trayectoria de vacunación, por lo que otorgados de la autoridad correspondiente también podrían vacunar a la población en las condiciones en las que deba ser aplicada cada una de las vacunas. Los colegios de veterinarios se han puesto a disposición de las autoridades sanitarias desde el inicio de la pandemia, y sólo han recibido el silencio.