Carrizosa ve una «intromisión partidista» que Campo diga que la ley no prevé aplazar el 14F

El candidato de Cs a la Presidencia de la Generalitat, Carlos Carrizosa, ha acusado al ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, de incurrir en «una intromisión partidista escandalosa» en el debate en Cataluña sobre si posponer o no las elecciones del 14 de febrero por haber dicho que la ley electoral no prevé un aplazamiento de los comicios.

Lo ha dicho después de que Campo haya pedido cautela porque cree que falta previsión legal para posponer unas elecciones: «Suspender la democracia puede traer cosas que no son buenas para la democracia».

Carrizosa ha criticado que es «alucinante que un hombre de leyes no sea lo suficientemente ecuánime como para advertir de que un estado de derecho democrático debe garantizar el derecho a voto» en el contexto de la pandemia del coronavirus.

«¿Qué problema ve el ministro de Justicia para que lo que se hizo en el País Vasco y en Galicia se haga en Cataluña? Quizás es que aquí el candidato es un compañero suyo de gabinete, el señor Illa. ¿Es lo que al ministro de Justicia del PSOE le molesta?», ha recriminado.

Ha insistido en que celebrar las elecciones el 14 de febrero podría suponer una alta abstención por las personas confinadas y contagiadas que, según él, no podrían ir a votar, porque cree que habría miedo de acudir a los colegios electorales y también ha advertido del riesgo de que los miembros de las mesas electorales se contagien.

«No quiero votar mientras la gente se está muriendo en los hospitales», ha aseverado, y ha reclamado alcanzar el máximo consenso entre los partidos catalanes para tomar la decisión.

Así, ha reprochado al PSC que sea el único partido que se ha posicionado claramente en contra del aplazamiento y ha subrayado que, si se acaba tomando esta decisión, se pospondrían «dos o tres meses, no cinco años,» hasta que se supere el punto álgido de la ola de contagios.

Carrizosa ha pedido a los socialistas que anteponga el interés por la salud pública a sus intereses partidistas, y confía en que «no pueden mantener contra viento y marea la fecha del 14 de febrero y contra toda evidencia sanitaria».

Además, ha achacado el interés de los socialistas para mantener las elecciones a que, según él, si se aplazan unos meses podría coincidir con la hipotética concesión de indultos a los presos del 1-O: «Esos temblores de piernas son precisamente porque al PSC le va a perjudicar que llegue el momento de los indultos».