Cada pareja es un mundo y, cuando hablamos de sexo, no todo es igual para todas las personas. Sin embargo, sí que existen ciertos trucos para que ambos quedéis satisfechos en el dormitorio. Sucede, por ejemplo, con el hecho de que las mujeres puedan conseguir orgasmos múltiples, cosa que no todas ellas consiguen porque no conocen cómo hacerlo.
Aunque puede parecer complicado, siguiendo ciertos consejos y técnicas y practicando, se puede lograr. Mucho más, si cabe, sabiendo que la mitad de las mujeres de entre 18 y 35 años no consiguen llegar del mismo modo que su pareja. Es decir, no disfrutan en la cama y esto, a la larga, se puede terminar convirtiendo en un problema grave. Por suerte, tiene solución.
Si para ti también es una batalla, descubre los trucos para que las mujeres tengan múltiples orgasmos en sus relaciones.
Ejercicios de Kegel, muy útiles para conseguir orgasmos múltiples
Los ejercicios de Kegel pueden ser tus mejores aliados para conseguir orgasmos múltiples. Además de conseguir muchos más beneficios, tanto a nivel físico como mental, para nuestro organismo, son capaces de mejorar, y mucho, las relaciones sexuales en las mujeres. A la hora de experimentar un gran orgasmo, lo primero que debemos tener en cuenta es que necesitamos de un buen trabajo preliminar.
Justo esto es lo que podemos lograr si practicamos estos ejercicios de forma regular. Para obtener resultados duraderos y notables, debemos hacerlo al menos tres o cuatro días a la semana. Si no estamos acostumbradas, podemos empezar apretando el músculo que utilizamos para aguantar la orina. Lo haremos durante un par de segundo y, luego, soltamos. Tenemos que repetir 20 veces y hacerlo en tres series cada día.
Con ello, conseguiremos que nuestros músculos del suelo pélvico se tonifiquen, por lo que funcionarán de forma correcta. Gracias a esto, bombearán más sangre hacia la pelvis, lo cual es también muy bueno para conseguir más excitación. ¿El resultado? Unos orgasmos más intensos e incluso más largos con los que disfrutaremos mucho más que antes.
Parar en el momento justo para conseguir doble placer
Aunque pueda parecer contradictorio, lo cierto es que no lo es. Si deseamos conseguir orgasmos múltiples, intensos y duraderos, lo que debemos hacer es parar justo cuando estemos a punto de conseguir uno. Lejos de sentirnos mal o peor, lo único que conseguiremos con ello es doblar la excitación, lo que logrará que, en el momento en el que lleguemos, nuestro placer se multiplique.
Para hacerlo, debemos saber cómo. Lo suyo es que, en el momento en el que notemos que estamos a punto de llegar al clímax, esperemos a que disminuya nuestra excitación. Poco más tarde, proseguiremos con el encuentro. Mientras tanto, podemos dedicarnos a otros menesteres, como darle placer a nuestra pareja.
De este modo, lo que conseguiremos es mantener un elevado estado de excitación durante mucho más tiempo. Ese momento en el que estaremos sin hacer nada, al menos con nuestro cuerpo, estaremos liberando endorfinas de forma continua. Así, enseñaremos a nuestro propio organismo a permanecer en esa zona de placer relacionada con el orgasmo de forma mucho más duradera.
Orgasmos separados en el tiempo pero más intensos
A la hora de intentar tener orgasmos múltiples, una de las cosas por las que debemos empezar es por saber que estamos preparadas para hacerlo. Cuando llegue ese momento, podemos hablar con nuestra pareja, en caso de que vaya a ser con ella, o practicar en solitario (por ejemplo, con alguno de nuestros juguetes eróticos favoritos).
Es muy importante el no apresurarnos y sí aprender a escucharnos. Nuestro cuerpo lleva su propio ritmo y tenemos que aprender a respetarlo. Cuando hayamos conseguido el primer orgasmo, notaremos el cuerpo mucho más sensible. Es decir, si continuamos estimulando la misma zona de forma intensa, podremos llegar a sentir incluso dolor.
Para que esta no sea una palabra ni una sensación habitual a la hora de conseguir orgasmos múltiples, debemos aprender a variar la intensidad. Otro truco, por ejemplo, es darnos espacio y tiempo para descansar antes de volver a la carga.
Un orgasmo tras otro, pero por partes
Como hemos visto, para conseguir múltiples orgasmos no debemos precipitarnos. Cuando ya hayamos llegado a alcanzar uno, lo suyo es tomarnos tiempo y dejar espacio antes de intentar conseguir otro. Sin embargo, si nos pueden las ganas y queremos volver cuanto antes a la carga, podemos hacerlo de forma diferente.
En el caso de que hayamos estimulado una zona durante mucho tiempo y hayamos llegado al orgasmo de este modo, por ejemplo el clítoris, podemos cambiar de zona erógena o de método. Es decir, si hemos alcanzado el clímax a través de la masturbación, podemos optar por el sexo oral en la segunda ocasión.
Lo mismo sucede con las demás técnicas sexuales, como la penetración. El objetivo es que cambiemos los métodos, las formas y, si es necesario, de zona. De este modo, tendremos muchas más posibilidades de conseguir más orgasmos sin ningún tipo de percance de por medio.
La respiración, un elemento también muy importante
Si queremos conseguir orgasmos más intensos, duraderos y, por tanto, placenteros, otro factor que debemos tener en cuenta y que podemos entrenar para ello es la respiración. Cuando respiramos de forma correcta, podemos aumentar las posibilidades de disfrutar de multiorgasmos. Es decir, seremos capaces de obtener mucho más placer sin apenas cambiar nada durante el encuentro.
Según la opinión de varios expertos, contener la respiración mientras estamos llegando al orgasmo puede aumentar las sensaciones. Sin embargo, otros recomiendan que continuemos respirando de forma agitada y profunda para poder tener otro en menos tiempo. Podemos probar ambas formas y comprobar cuál nos excita más.
En definitiva, lo que debemos hacer con la respiración es ser capaces de controlarla a nuestro antojo. Cada persona es un mundo y, por eso, nada mejor para conocer nuestro cuerpo que practicar, escuchar y sentir. Poniendo en práctica todos los consejos, seguro que serás capaz, por fin, de disfrutar de más de un orgasmo por sesión. Y, si no, ya sabes que todo es cuestión de práctica.