Iglesias obliga a Sánchez a improvisar con el relevo de Salvador Illa

  • La amenaza de una tercera ola y la presión de Unidas Podemos puede anticipar la dimisión de Salvador Illa

  • Salvador Illa, por desgracia, se ha convertido en el hombre de moda. Como ministro de Sanidad ha tenido que lidiar con los estragos que desde el mes de marzo ha causado el coronavirus en España. Sin embargo, tras diez meses de comparecencias, el PSOE le tenía reservado otro lugar en su organigrama. Illa será el próximo candidato con el que el PSC aspira a ganar las elecciones a Cataluña. Un movimiento que no ha sentado excesivamente bien a la oposición. Tampoco a sus socios de Gobierno.

    La idea de Salvador Illa es abandonar el Consejo de Ministros el próximo 29 de enero, cuando arranca la campaña electoral en Cataluña. Sin embargo, ante la amenaza de una más que probable tercera ola tras las fiestas de Navidad, varios partidos han solicitado que su renuncia a Sanidad debería producirse cuanto antes. “Pedimos que el Gobierno esté a lo que tiene que estar, que es a salvar vidas y no a hacer campaña”, comentó el lunes Pablo Casado.

    Un discurso muy similar al que también ha pronunciado Inés Arrimadas. La líder de Ciudadanos señaló que “no se puede ser ministro a tiempo parcial cuando te deje ratitos la campaña”. Arrimadas también ha criticado que negara ser candidato del PSC solo un día antes de hacerse oficial que sí lo sería. «No me parece ilegítimo que decida presentarse a unas elecciones, a las catalanas en este caso, porque tiene perfecto derecho a ser candidato, pero en las circunstancias actuales el ministro de Sanidad debe estar centrado en la lucha contra la pandemia», recalcó.

    UNIDAS PODEMOS METE PRISA A SÁNCHEZ

    Salvador Illa tiene enemigos hasta en su propia ‘casa’. Pese a los múltiples entendimientos alcanzados por PSOE y Unidas Podemos, las discrepancias siempre existen y más cuando quien alza la voz no proviene del Ejecutivo. En este caso ha sido Juantxo López, diputado en el Congreso por Álava, quien se ha posicionado del lado de PP y Ciudadanos. “En las circunstancias actuales, el ministro de Sanidad debe estar centrado en la lucha contra la pandemia”, ha comentado en apoyo a esa petición de dimisión que ha sonado con fuerza en las últimas veinticuatro horas.

    Iglesias, en un gesto cómplice, ha guardado silencio. Ha dejado solo a Pedro Sánchez, que debe buscar cuanto antes un relevo para Salvador Illa, por si la fuerza de una tercera ola obliga a dimitir a Salvador Illa. Entre los principales nombres que suenan para relevar al actual ministro se encuentra el de Isabel Cazón, su ‘sucesora natural’. Es la actual secretaria de Estado de Sanidad y es médico de profesión. El pasado mes de agosto recibió la confianza de Sánchez para hacer frente a la pandemia.

    Otro de las opciones que baraja Sánchez, tal y como desveló El País, es colocar a Carolina Darias como ministra de Sanidad y mover a Miquel Iceta a Política Territorial y Función Pública.  María Luisa Carcedo y  Rafael Bengoa son otro de los nombres que están en la quiniela. Sea cual sea el designado, lo que está claro es que una vez más el ministerio de Sanidad sufrirá un cambio precoz, algo bastante común en los últimos 20 años, que demuestra la poca importancia que se le ha dado a un asunto tan vital.

    LA POCA CONTINUIDAD DE LOS MINISTROS DE SANIDAD

    Desde el año 2000 ha habido 13 ministros de Sanidad. De Celia Villalobos a Salvador Illa. Y solo Elena Salgado, entre abril de 2004 y julio de 2007, ha logrado rebasar los tres años. Carmen Montón y Fátima Ibáñez apenas estuvieron tres meses en el cargo y la gran mayoría (Trinidad Jiménez, Leire Pajin, Alfonso Alonso…) no alcanzaron los dos años. Salvador Illa se unirá a esta larga lista, con apenas 12 meses como ministro de Sanidad. Los dos más reconocidos son, precisamente, los que sí marcaron una ‘época’: Ernest Lluch en el bando socialista (creó la ley general de sanidad) y Romay Becaria por el Partido Popular (fundó la AEMPS).

    A esta larga lista se sumará a finales de enero un nuevo ministro de Sanidad, que tendrá la complicada labor de gestionar la pandemia, que por esas fechas, según vaticinan los expertos, estará inmersa en su tercera ola. Una labor complicada y un nombre que Sánchez deberá escoger cuanto antes, ante las presiones para que Salvador Illa dimita.